El apoyo a ACTA en Europa, que en algún momento pareció generalizado, está en terreno cada vez más frágil después de múltiples protestas en diferentes partes del continente. Ahora son Holanda y Bulgaria los que han dicho que no ratificarán el acuerdo, siguiendo a Alemania, República Checa, Rumania, Polonia y otros.
El ministro de Economía de Bulgaria, Traicho Traikov indicó que el acuerdo no será ratificado por temor a que reduzca la libertad de expresión y favorezca la vigilancia de internet. Esto, luego que más de 4.000 personas marcharan por las calles de Sofia el sábado, llamando al Parlamento a no ratificar el acuerdo.
En tanto, en Holanda la Cámara Baja aprobó una moción que indica que el país se abstendrá de firmar el acuerdo por el momento. El Parlamento está buscando claridad respecto a los efectos del ACTA sobre los derechos y privacidad de los usuarios de internet.
ACTA es un acuerdo comercial entre países, que ya fue firmado por Estados Unidos, Australia, Canadá y Japón, y que busca evitar el robo de marcas registradas y la piratería en internet. El problema es que ha sido negociado a puertas cerradas entre los países, sin intervención ni votación por parte de los ciudadanos de los países afectados. Hay preocupación – especialmente en Europa oriental – respecto a la censura en internet y de un posible aumento de la vigilancia en la red.
Las negociaciones respecto a ACTA han estado ocurriendo por varios años, y algunos países europeos firmaron el tratado. Sin embargo, éste debe ser ratificado por el Parlamento Europeo, cosa que no parece que vaya a ocurrir, si observamos las posiciones que han ido manifestando los distintos países en los últimos días.