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Muchas personas creen que la felicidad es tener un objeto caro o valioso, para satisfacer las necesidades que mas bien yo llamaría capricho. Muy pocos de nosotros disfrutamos plenamente de algo porque la mente y el pensamiento jamás pueden encontrar la felicidad.
La felicidad no es una sensación podemos recordarla pero no revivirla, la mente con sus recuerdos y experiencias no pueden ser feliz, el reconocimiento mismo impide el vivir el momento presente con toda la plenitud para vivirla.
cuando se habla de la felicidad es tener un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas.
hay quienes piensa que la felicidad depende de uno mismo, de lo fuerte qué sea, de lo valiente, capaz, en definitiva, de cualidades que son dependientes de otros factores que nada tiene que ver con el flujo asociado a la felicidad.
la felicidad puede hallarse a través de algún medio, de alguna cosa hecha por la mano o por la mente, es tan obvio que las cosas, las relaciones y las ideas son impermanentes, que siempre terminan por hacernos decichados. Las cosas son impermanentes y se gastan y se pierden; la relación constituye una fricción constante, y la muerte aguarda; las ideas y las creencias carecen de solidez, de permanencia.
Es el yo, es el ego que desea obtener las cosas quiere disfrutar mas felicidad y el que busca o anhela el mejor recuerdo.
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si podemos comprender el proceso de la vida y explorar el río de conocimiento propio, comprenderlos sin condenar, sin decir si es bueno o malo entonces surge una felicidad creadora. Esa misma felicidad es como la luz del sol si deseamos conservarla para nosotros mismo, ese ya no será más el claro y cálido sol dador de vida.
De igual manera si deseamos la felicidad porque estamos sufriendo, porque hemos perdido a alguien o porque hemos tenido éxito, entonces es eso están solo una reacción. Pero cuando la mente puede ir mas allá, encontramos que existe una felicidad que no pertenece a la mente y que es el verdadero disfrute.
[Fuente: Andreína Salazar/ «@andresalazar29]