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El incremento acelerado del índice delictivo en la zona Oeste de Anzoátegui mantiene a los habitantes de estos pueblos bajo estado anímico de terror. Atracos, violaciones, secuestros, invasiones, hurtos, las "permisivas" ventas de droga e incluso homicidios, ponen la nota discordante en esta geografía, que en otros tiempos eran el terruño soñado por cualquier citadino que buscara asilo en sitios donde reinara la paz.
El tema es álgido y cada quien saca sus propias conclusiones, pero la mayoría de los ciudadanos prefieren no levantar la voz por temor a retaliaciones o por el simple hecho de no incomodar al vecino delincuente o al funcionarios cómplice de irregularidades.
En Venezuela la seguridad se le escapó de las manos a las autoridades y lamentablemente la gente tiene la percepción que el fracaso en la materia es responsabilidad del policía como persona, pero eso va mucho mas allá, fíjense, en Sabana de Uchire y Guanape por citar algunos
ejemplos los delitos contra la propiedad se multiplican a diario, los buhoneros de la droga actúan a su merced, practican la venta de marihuana, cocaína o crack en plena calle y a la luz del día, pero eso tiene una razón de ser, además de la irresponsabilidad familiar, el desempleo, etc., el Estado indolente ha sido incapaz de designar funcionarios que no le teman a combatir el flagelo, pero además, estos pueblos tienen varios años que no cuentan con radio-patrullas y peor que eso, el policía mal pagado para tener municiones en su obsoleto revolver, debe conseguirlas en el mismo mercado negro que la consigue el delincuente, porque en su comando simplemente no hay.
El ruido hay que hacerlo y no porque hayan atracado al amigo "El Sastre", a la compañera de la Floristería de la calle San Antonio o los secuestros constantes a los comerciantes de la zona, es que la descomposición social crece a pasos agigantados y debemos evitar a toda costa la anarquía y que el pueblo tome la justicia por sus manos, las cosas tienen tiempo oliendo muy mal y si no le damos un giro drástico las consecuencias serán irreversibles, el mal ejemplo
gubernamental y la mala praxis policial, han provocado pobladas que arrojaron vandalismo y destrucción de las sedes policiales de Boca de Uchire, en Guanape producto del exceso policial y en Clarines por falta de contundencia y claridad en los procedimientos. Pero debemos recordar que en Polibruzual los funcionarios actúan desmoralizados, cuando ven que la primera autoridad del municipio participó activamente en la liberación del Narcotraficante del vivero de marihuana en Clarines y para tapar la falta lo único que hicieron fue cambiar a su primo de la dirección para designar a su hermana en la policía nepotica; así como también el desorden permanente que encabeza el Consultor Jurídico de la alcaldía en la Plaza Bolívar a cualquier hora de la noche, entonces hay que aplicar correctivos, dejemos eso atrás y pasemos de la crítica a la propuesta constructiva, pero por favor las autoridades deben escucharnos y sin complejo alguno salgamos juntos a izar las banderas del orden y la seguridad ciudadana.
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Son muchas las cosas por hacer, pero debemos arrancar y en Bruzual debemos iniciar por la restructuración de la tropa policial, depuración y colocación a la orden de los tribunales a los directivos que actualmente se encuentran solicitados por los tribunales por varios delitos; hay que incrementar el presupuesto anual que permita duplicar el número de funcionarios honestos con todas las reivindicaciones de ley y se hace imprescindible las ideas y los aportes económicos de los comerciantes, consejos comunales y alcaldía, para desarrollar un plan acción que cuente con vigilancia permanente mediante cámaras de video en las principales vías de acceso y así comenzar porque los sistemas de seguridad sean obvios a los ojos del delincuente y de esta forma minimizar su acción.
Por Emilio Guzmán Rojas / @Emilio_Guzman