Na’ama Uzan es una niña canadiense de cinco años quien no pudo quedarse de brazos cruzados luego de enterarse que su hermano, Nadav, sufría de una enfermedad neurológica llamada Síndrome de Angelman la cual dificulta su habla y el poder caminar, además de causarle convulsiones.
Por ello decidió poner un puesto donde vendía limonada y muffins, y tras un año de trabajo llegó a la cifra de $25 mil para crear una fundación que ayude a encontrar una cura a este mal.
Fuente: [mott.pe]