¿Puede una aplicación ayudar a combatir la malaria? Es una gran pregunta. Y la respuesta es que ya hay una aplicación para eso, gracias a Wilson To, 25, un estudiante de posgrado de la Universidad de California que está desarrollando una app para Windows Phone que hace justamente eso: Lucha contra esa enfermedad que mata a miles de niños en el áfrica subsahariana — y en otras parte del mundo también — cada año.
Y es tan buena que esta mañana en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, To junto a otros tres grupos de estudiantes que están trabajando en proyectos tecnológicos que cambian vidas, fueron premiados por Microsoft — como parte de la primera edición del programa de Becas Imagine Cup, que dura tres años y reparte USD$ 3 millones – con USD$ 75,000 para ayudarlos a vender su trabajo y llevarlos al siguiente nivel de desarrollo.
El proyecto liderado por Wilson se llama Lifelens y utiliza una aplicación con un lente incorporado que permite diagnosticar la malaria a partir de una gota de sangre. Lifelens está siendo diseñado para trazar casos confirmados y transmitir resultados en tiempo real a los trabajadores de la salud pública. Los próximos pasos son: una carcasa acoplada con microlentes, más pruebas de laboratorio este verano, seguidos por prueba en terreno. Y, a futuro, que la aplicación reconozca otras enfermedades sanguíneas como la anemia de células falciforme.
Otro proyecto con Windows Phone viene de Latinoamérica y se llama SkillBox. El equipo Falcon Dev, de Ecuador, están trabajando en hacer que un WP traduzca el habla en lenguaje de señas para niños con problemas auditivos.
Otros incluyen: Un equipo de Croacia que usó Kinect para ayudar a niños con parálisis cerebral u otro de Jordania que combinó Windows y un Wii-mote para que personas paralizadas utilizaran el computador y el teléfono.