“A construir esperanzas” por José Dionisio Solórzano

Ya pasada la fecha de la natividad de Jesús, El Salvador, y a escasos días del nuevo año los venezolanos debemos consolidar el trabajo en procura de construir esperanzas para el 2012.

Nuestro país posee una enorme riqueza, los venezolanos, hombres y mujeres de trabajo, llenos de alegría y entusiasmo no nos ha debilitado el espíritu ni siquiera el discurso de discordia y división que ha sido constante en la jerga oficial del régimen de Hugo Chávez, los nativos de esta tierra somos superiores a cualquier destello de opresión, somos firmes conductores de nuestra vida. Chávez llegó al poder voluntad del pueblo y ese mismo ímpetu lo sacará de Miraflores.

Venezuela es un terruño inigualable, convergen en su geografía el esplendor del Mar Caribe, el misterio selvático del Amazonas, el imperio de cúspides de los Andes, el espejismo celestial de los médanos, y las pampas infinitas de leyendas y llanuras, así es nuestra tierra efusiva como eterna, mestiza y trabajadora, por eso, a pesar de quienes piensen lo contrario Venezuela está condenada a hacer protagonista de grandes retos y hazañas, así como fuimos los libertadores de América del Sur, seremos por siempre grandes.

En este año 2011 le recordamos al mundo que nuestras mujeres son las más bellas, afirmamos que la tierra del béisbol también campea en el balompié, demostramos el corazón inmenso de nuestra gente representado en el espíritu aguerrido de Maickel Melamed, así como este año fue grandioso para los músicos, artistas, y emprendedores venezolanos, mejor aún será para todos nosotros.

Este rincón del globo terráqueo por encima de las vicisitudes que hemos enfrentado, superando las necesidades que padecemos como pueblo, siempre surge uno de nuestros rasgos más especiales como nación: La alegría. Poseemos la capacidad de reírnos de nuestra propia desgracia, lo cual nos da la fuerza suficiente para imponernos a todos los obstáculos que se nos coloque en el camino.

Venezuela es grande, pero eso todos los que amamos esta nación tenemos que construir una esperanza para que a partir del 2012 tengamos una república digna de nuestra patria infinita, una nación que sí se parezca a los venezolanos, donde la libertad y la democracia no sean hechos intangibles sino por el contrario sean realidades palpables para todos por igual.