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¿Hasta dónde serías capaz de llegar con tal de vender? Realizar demostraciones, hacer promociones, buscar segmentos nuevos de posibles compradores… son algunas de las propuestas para mejorar las ventas de cualquier producto, sugiere altonivel.com.mx.
No obstante, la publicidad es la que tiene un gran peso a la hora de vender, pues una buena campaña puede ser la diferencia entre el éxito de un producto o no.
Lamentablemente, existe la publicidad engañosa y la desleal, aquella que omite información real y funcional sobre lo que se ofrece, permitiendo que el comprador caiga en un error, pues conduce a la confusión cuando no se apoya en las características esenciales y objetivas demostrables de los productos, explica poderdelconsumidor.com.ar.
¿A qué nos referimos? Con ayuda de oddee.com, te presentamos 10 ejemplos claros de anuncios que son un completo fraude porque no son lo que dicen ser.
1. El hotel Grand Palladium, ubicado en la playa Bávaro, en la República Dominicana, ofrece lo que parece ser un buffet atractivo a la vista de cualquiera.
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Pero cuando llegas, te encuentras con esto…
2. El hotel Hyatt Regency Washington presume de encontrarse a unos pasos del capitolio, muy cerca de edificios gubernamentales y de negocios.
¿Será?
3. El resort Ihilani en la isla Oahu de Hawai, da algunos retoques al paisaje que dice tener.
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4. Bahía Príncipe Punta Cana, en República Dominica, parece ser un lugar tranquilo e ideal para descansar, según esta imagen:
Hasta que ves esto:
5. Una cadena de comida rápida anuncia suculentas y grandes hamburguesas, que cuando las compras, no son nada de lo que te prometían.
6. ¿Comida congelada? En el anuncio de la caja se ve muy bien, pero la realidad te da una bofetada.
7. Una cadena de supuesta comida mexicana anuncia lo que parece ser un taco. Un taco bastante extraño que definitivamente «no es lo que parece».
8. ¿Son tan codos o se habrán quedado sin chocolate?
9. ¿Quién de niño no quiso tener su propia alberca? Las inflables parecían una posible solución, pero no cuando son como ésta.
10. ¿Y qué tal que además de la alberca te ofrecen un tobogán para deslizarte y pasar ratos infinitos de diversión? Suena genial, ¿no?
Lo malo es cuando te salen con esto…
