Aprende cómo acelerar y mejorar el proceso de cicatrización de una herida - Lea Noticias

Aprende cómo acelerar y mejorar el proceso de cicatrización de una herida

Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.

Siempre que ha habido un derrame de sangre, el proceso de cicatrización comienza en cuanto se ha detenido la hemorragia. Probablemente se soporten mejor las molestas sensaciones que produce este proceso si se sabe en qué consiste.

El primer paso es la inflamación: la herida enrojece, su temperatura aumenta, se hincha y duele. El enrojecimiento y la elevación de la temperatura se deben a que los vasos sanguíneos de la zona se dilatan considerablemente para inundar los tejidos dañados con sangre fresca. Los capilares se adelgazan y el agua del plasma sanguíneo pasa a los tejidos circundantes haciendo que se hinchen, lo que presiona las terminaciones sensoriales de los nervios que envían al cerebro una señal de dolor.

cicatriz20atrofica20comprimido

Cuando el flujo de sangre disminuye, los glóbulos blancos o leucocitos entran al tejido inflamado para recoger los restos de las células muertas y destruir las bacterias que invaden la herida a través de la piel lacerada. Los leucocitos liberan además una sustancia química que atrae al lugar de la herida a otros glóbulos blancos para que ayuden en la tarea.

Una vez que la inflamación cede, comienza la fase de restauración. En algunos casos esto significa la regeneración de nuevas células idénticas a las que se destruyeron. Cuando no es posible la regeneración, se forma un tejido cicatricial en lugar del que se ha desintegrado.

¿Qué produce el pus?

Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.

Cuando una herida se infecta, millones de glóbulos blancos acuden al lugar de la lesión para combatir a las bacterias. El pus es la mezcla amarillenta y semisólida de estas células y los restos de las bacterias y de los tejidos dañados. En la mayor parte de los casos, el pus alcanza la superficie de la piel, la rompe por presión y sale al exterior.

¿Por qué algunas personas cicatrizan más rápidamente que otras?

Así como no hay dos personas que tengan las mismas huellas dactilares, tampoco las hay con sistemas de defensa y de regeneración igualmente eficaces. Cada uno ha nacido con una serie de características biológicas particulares que incluyen la resistencia a las infecciones, la velocidad de coagulación de la sangre y la capacidad para formar nuevos tejidos, condiciones que influyen en la cicatrización.

A mayor edad de una persona, más tarda en cicatrizar, pero la edad no es el único factor que influye en este proceso. De una forma que los investigadores apenas comienzan a comprender, el estado general de salud, la nutrición e incluso la tensión emocional y la que produce el medio ambiente pueden acelerar o retrasar el período de cicatrización. Por último, hay que tomar en cuenta que algunas personas son más prudentes que otras para tratar sus heridas: las mantienen limpias y bien aireadas y usan los medicamentos indicados. La cicatrización requiere cierto grado de cooperación por parte del paciente para que se efectúe rápidamente y bien. Pero la cooperación no explica plenamente el proceso.

¿Se curan por sí mismas las heridas?

Si no fuera por las plaquetas, cada vez que nos hiciéramos una herida correríamos el riesgo de morir debido a la pérdida de sangre. En cuanto se produce una herida en la piel, las plaquetas se aglomeran para taponarla y liberan una sustancia que retarda el flujo de sangre. El fibrinógeno de la sangre forma filamentos de fibrina que se entrelazan y retienen en su trama las células sanguíneas, lo que forma un coágulo en el lugar de la lesión. Poco después, el coágulo se contrae, suelta plasma y aproxima los bordes de la herida. Además de detener la hemorragia y cubrir la abertura, el coágulo proporciona el sustrato donde se formará el nuevo tejido. A medida que la herida cicatriza, el coágulo se seca, lo que da lugar a una costra dura que reviste la superficie y protege a las nuevas células epiteliales, que se van multiplicando por debajo hasta llenar la abertura. Los glóbulos blancos acuden a defender la zona contra las infecciones y a limpiarla de células muertas. La sangre vuelve a fluir a través de los nuevos capilares que se forman en esa zona para nutrir el tejido cicatricial.

Fuente [Mujer.yahoo.com]

Temas relacionados

Deje un comentario