Así como suena: “De alto desempeño (II)”, por @jjferminjr - Lea Noticias

Así como suena: “De alto desempeño (II)”, por @jjferminjr

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jj ferminAntes que nada quiero felicitar al Diario El Tiempo por haber cumplido 55 años siendo “El periódico del pueblo oriental”.

A María Alejandra, a la doctora Gioconda Márquez y a todos los que hacen posible este esfuerzo informativo, mis deseos por una larga vida llena de éxitos.

En una cena entre amigos, estuve conversando un rato largo con mi buen amigo Plutarco Vallés sobre lo importante que es para el éxito de las empresas estructurar equipos de alto desempeño.

Él hizo foco en que era vital cuidar la comunicación entre los miembros del equipo, y lo oportuno de la información. Yo estuve de acuerdo.

Sin embargo, mi aporte a la conversación estuvo centrado en la organización, es decir, quién hace qué, cómo y cuándo.

Una variable que es antecedida por la planificación y que permite no sólo mayores posibilidades de éxito en la ejecución, sino que facilita el trabajo de supervisión y dirección.

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Ambas variables son importantes para un verdadero trabajo en equipo.

Ilustré mis argumentos recordando el cuento “Asamblea en la carpintería”, el cual da cuenta de cómo un grupo con diferencias puede convertirse en un equipo con coincidencias.

Dice así: “Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? Hacía demasiado ruido y además se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo, dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás como si fuera el único perfecto.

En eso entró el carpintero y utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente la tosca madera inicial se convirtió en un lindo mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.

Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero que el carpintero trabaja con nuestras cualidades.

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Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad.

Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos”. Ojo, este relato deja abierto el papel del líder, tema para otro artículo.

Sólo si compartimos una visión y nos comprometemos con ella, nos comunicamos oportunamente y hacemos foco en lo que nos une, nuestros conocimientos y habilidades, lograremos trabajar con otros como un equipo de alto desempeño. Es así como suena.

 

J. J. Fermín A. /@jjferminjr

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