Así como suena: “¿Nos paramos o avanzamos?”, por @jjferminjr

La semana pasada conversaba con un dirigente político amigo. Es un líder joven con una enorme ética de trabajo y que apalancado en sus creencias ideológicas, está entregado por completo a compartir su visión y sembrar conciencia en el progreso.

Sobre todo es un luchador social muy sensible a los problemas de los demás, en especial a los del país. Con frecuencia habla sobre lo grave que está en materia económica y social, y las medidas que él cree deben aplicarse.

Mientras compartíamos un guayoyo, me dijo: “Yo no entiendo cómo se te ocurre a ti hablar de proyectos (productivos) y de inversiones si el país está quebrado, quién va a comprar si a la gente no le alcanza la plata para vivir, cómo van a producir las empresas si no reciben dólares para importar materias primas y maquinaria”.

Como ya me lo había dicho varias veces y siempre me quedaba engatillado para responderle por una razón u otra, esta vez decidí hacerlo.

“¿Qué hacemos, entonces? -le respondí-, ¿nos paramos y no trabajamos? porque como estamos en crisis para qué vamos a actuar si podemos quedarnos de brazos cruzados.

Estoy de acuerdo contigo en que estamos pasando por un momento difícil en el país, pero solo con trabajo productivo y el esfuerzo de todos lograremos salir adelante”.

Y respondió: “Sí, pero ¿cómo puede una empresa producir si tiene que enfrentarse a tantos obstáculos? Yo no lo veo”.

Le dije entonces: “Amigo, el emprendedor y en particular el empresarial, está decidido a hacer realidad su visión o sus ideas y trabaja sin descanso hasta conseguirlo. Aprende lo que debe aprender para enfrentar el reto con más posibilidades de éxito y sobre todo, se compromete con su causa de tal forma que a veces pareciera tener algo de loco porque siempre está dispuesto a enfrentar cuanto obstáculo se le presente, porque sabe que más allá de cualquier crisis siempre habrá quien demande bienes y servicios”. Y cerré diciendo: “¿Nos paramos por el miedo o avanzamos con fe en nuestros logros?”.

Estabilidad es lo que menos puede esperarse en un mundo como el que vivimos hoy. Construir nuestra realidad depende de nuestros miedos o nuestras motivaciones y expectativas. Es, entonces, cuando debemos recordar que el miedo nos paraliza o nos organiza. Hay quienes no enfrentan sus miedos y se hunden en ellos y, hay quienes a pesar del miedo, se organizan y cambian.

Insisto, cuando tenemos esa actitud enriquecida con un espíritu emprendedor, voluntad a toda prueba, compromiso con nuestra causa, automotivación, confianza en nosotros mismos, creatividad, paciencia e interés por los demás, hacemos uso de ese poder para crear condiciones favorables a nuestros propósitos.

En fin, quiero cerrar nuestra reflexión de hoy con las palabras de un aviso publicitario de MMC Automotriz, en la revista de la asociación civil Anzoátegui Productivo a propósito de sus Expo Jornadas hace unos años: “Si algo nos enseñan las crisis, es que somos mejores de lo que creemos”. Es así como suena.

@jjferminjr / J.J. Fermín A.