Las personas que beben alcohol regularmente necesitan usar un 20% más de su capacidad mental que aquellas personas no bebedoras para realizar tareas de bastante simplicidad.
Estas personas también tienen mayores problemas de concentración, según descubrieron científicos de la Universidad de Santiago de Compostela en España.
Según este estudio, beber tres pintas de cerveza (aproximadamente cinco cervezas de 222 ml o un poco más de tres de 350 ml) o tres copas de vino medianas semanalmente causa un daño permanente e irreversible al cerebro.
En la investigación participaron 26 adultos que toman al menos una vez por semana alrededor de un litro de cerveza (cuatro de 222ml o tres de 350ml) u otro tipo de bebida alcohólica en una cantidad que cause un efecto similar, y 31 personas que no bebían o lo hacían en cantidad mucho menor.
Al analizar las reacciones de todos los participantes en estado sobrio (sin haber bebido) se encontraron con que si bien no hubo diferencias en la velocidad o precisión de las respuestas dadas a los tests aplicados, el cerebro de aquellos que bebían habitualmente necesitaron un esfuerzo extra para lograr el mismo resultado.
En términos cuantitativos, la actividad cerebral de los bebedores inició en 20 microvoltios y se elevó a 22 luego de dos años de esta rutina, mientras en el grupo de control (los no bebedores), nunca superó los 18 microvoltios.
Los resultados de esta investigación fueron publicados en la revista “Alcohol and Alcoholism” y demuestran que el beber alcohol regularmente en una cantidad que supere el litro de cerveza a la semana produce “anomalías en la actividad cerebral”.