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No se trata de que los creyentes no tengan deseo sexual. Muy por el contrario, sí lo manifiestan. Sin embargo, evidencian sentimientos de culpabilidad frente al sexo, según concluye un estudio sociológico, efectuado por el científico estadounidense Darrel Ray.
La investigación, titulada “Sexo y secularismo”, determina que los ateos y agnósticos no tienen esa sensación de culpa y, por lo tanto, disfrutan más de las relaciones sexuales.
Para alcanzar tales conclusiones, el investigador entrevistó a más de 14.500 personas, con edades entre 25 y 30 años, encontrando que el sentimiento de culpabilidad por tener deseo sexual es casi el doble en los devotos en comparación con quienes no siguen una religión.
Según Ray, el sexo “les hace sentir mal” a los creyentes y muchos terminan pidiendo perdón a Dios. Y de acuerdo con su estudio, son los mormones los que manifiestan una visión más negativa de la actividad sexual, seguidos por los testigos de Jehová. Los católicos, en tanto, se encuentran en el puesto número 11 de 24 religiones consideradas en el análisis.
La investigación, sin embargo, no ha sido bien recibida por la comunidad científica, que la ha calificado de simplista y reduccionista.
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