Candelariazos: «A una cuadra», por @BarretoSira

¡Sí! A tan solo a una cuadra de un módulo de Poli-Anzoátegui fue asesinado el taxista Israel Marcano Romero de unos 35 años, quien laborara en la línea San Ignacio Driver´s. Este episodio, como tanto miles, enlutó a otro hogar más en Venezuela.

El vil asesinato de Marcano Romero provocó la airada protesta de los profesionales del volante de la zona Norte de Anzoátegui quienes salieron a manifestar su rechazo a la inercia oficial para colocarle un coto definitivo a la inseguridad en el país.

El chófer fue ultimado en la urbanización Fundación Mendoza de Barcelona a unos metros de una casilla policial, lo cual nos trae la obligada pregunta ¿dónde quedaron los cuadrantes de seguridad del Gobierno? ¿Qué pasó con los cacareados planes de lucha contra el hampa? Todos y cada uno de los anuncios en esta materia no se han materializado o fracasaron estrepitosamente.

El conductor pasó a engrosar las cifras, esas que nos hablando de número de fallecidos por la violencia dentro del país, es un número más que formará parte de las estadísticas, mientras que sus familiares y amigos quedaran con el profundo vacío de su ausencia. ¿Hasta cuándo permitiremos que esto continúe sucediendo?

Desde la condición de diputado a la Asamblea Nacional, por mí derecho como ciudadano y anzoatiguense le exijo a las autoridades nacionales, regionales y locales que aprehendan al o los asesinos de Israel, porque sin duda alguna no podemos quedarnos indiferentes ante el incremento permanente de los índices de inseguridad.

Les hablo directamente al ministro de Relaciones Interiores y al Gobernador de Anzoátegui, para que entiendan de una vez por todas el dolor de los miles de familias de Anzoátegui, como de todo el país, que ahora en este preciso momento lamentan la muerta de un integrante a manos de la delincuencia.

El tema de la inseguridad es incontrolable y es evidente que desde el Gobierno esto no les interesa.

Pareciese que el afán del oficialismo es aniquilarnos a todos, ya sea por la vía del hambre producida por el caos en materia de abastecimiento de comida, por la escasez, la inflación o mediante el beneplácito que le otorgan, con su desdén e inoperatividad, al hampa reinante en las calles de toda la república.

¡A tan solo una cuadra! Un anzoatiguense, como usted o como yo, fue víctima del odio desenfrenado de una delincuencia que no mira color de piel, posición económica, creencia religiosa o preferencia política.

¡A una cuadra! A pocos metros de un módulo policial ultimaron a un padre de familia, a un hijo, a un hermano, a un amigo. Él es parte de las decenas de asesinatos que vemos, oímos o leemos por los medios de comunicación social.

Tenemos que preguntar ¿Qué ocurre con nuestra policía? Es que los agentes del orden, también padres y madres de familia, están mal pagado, sin protección de ninguna índole, desasistido desde la perspectiva social, laboral y socio-cultural, sin los equipos suficientes y constantemente empleados para realizar los mandados sucios de un sistema que está carcomido por completo.

Quisiera expresarle a todos los trabajadores del volante de Barcelona, de Anzoátegui, de todos los rincones de Venezuela, nuestra solidaridad y apoyo; lo que está ocurriendo con la inseguridad es un tema que nos involucra a cada uno de nosotros y en el cual todos tenemos que convertirnos en una enorme voluntad de protesta y reclamo.

¡Unidad, Unidad, para alcanzar el cambio!

Por Antonio Barreto Sira