Celebrando 149 años del natalicio de Michelena

Hace 149 años, Venezuela concibió uno de sus más importantes artistas, que dejó una gran huella de su genio, tanto en el país, como en el extranjero. Joven de hábiles trazos y virtuosas pinturas que encantaría y encanta a todas aquellas personas que apreciasen sus obras; Francisco Arturo Michelena Castillo, valenciano con talento innato, prodigioso, como lo describiría Bertorelli, autor de una biografía del artista, “dotado con un mágico colorido, siempre fresco y luminoso, pintoresco y rico”, simplemente Michelena… 

Nacido el 16 de junio de 1863, hijo de Juan Antonio Michelena y doña Socorro Castillo de Michelena, Arturo es el cuarto hijo de los cinco que tuvo la pareja, mimado desde pequeño por sus fáciles decaimientos de salud. Se entretiene y crece en un ambiente artístico, apreciando las obras de su fallecido abuelo Pedro Castillo y de su padre quien también estudió y se dedicó a la pintura, sin tanta destreza como habría de desarrollarla su hijo.

Desde su infancia se enfocó en la pintura, empezando con pequeños dibujos en acuarela o carbón de imágenes religiosas o paisajes, su don se iba desarrollado con su amplia imaginación, hasta que fue más allá de simples dibujos y realizó un autorretrato a los 11 años de edad, donde se evidenciaba seguridad y soltura en su ejecución, descubriéndolo así  Francisco Salas Pérez , escritor costumbrista, comerciante y político, quien le regaló su primera caja de pinturas y lo apoyaría en todo momento.

Su habilidad para dibujar debía  ser cultivada, es entonces cuando Michelena, familiares y amigos, empiezan la búsqueda de una beca a Europa  para que nuestro artista pudiera desarrollarse, y no fue sino hasta cumplir los 22 años que logró partir a Francia, después de haber participado dos años atrás en una exposición nacional con un cuadro de  La Entrega de la Bandera. Es cuando el pueblo venezolano pone su fe en él, y Arturo conoce a un gran amigo: Cristóbal Rojas.

Estudio en la Academia “Julián” de Paris, con Jean Paul Laurens como tutor, es aquí donde pasaría varios años de su vida, aprendiendo, pintando, viviendo amor y desamor y poniendo el nombre en alto de Venezuela con sus grandes obras expuestas en el Salón de los artistas franceses, expandiendo su arte internacionalmente.

Más tarde regresa a su país acogido por sus compatriotas y se hace esposo de la señorita Lastenia Tello, hija del General José Ramón Tello, con quien compartiría sus últimos años de vida, hasta ser abatido por la tuberculosis a los 35 años de edad, el 29 de julio de 1898, siendo entonces su esposa quien procuraría  mantener  siempre vivo su recuerdo.

Un hombre modesto, bondadoso, sencillo y familiar, que aporto a su patria grandes obras como: El niño enfermo, La Vara Rota, Pentesilea,  Miranda en la Carraca, La Multiplicación de los Panes, entre otras, faltaría más de una cuartilla para describir todas las obras de nuestro ilustre pintor, que adornan y embellecen algunos entes gubernamentales y religiosos en Venezuela.

Es por esto, que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Museos Nacionales y el Museo Arturo Michelena han querido rendirle homenaje a tan insigne artista recordando la obra y gracia de su vida.

[Fuente: Prensa Aurora Bautista]