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¿Está a un precio regalado? No te dejes engañar. A fin de cuentas, comprar vegetales en mal estado resulta en una pérdida de tiempo y dinero.
No es cuestión de suerte, ni tampoco debes tener un máster en botánica para saber qué debes llevar a casa y lo que simplemente debes descartar.
Los colores son de gran ayuda. En este punto vale la pena que apliques la trilogía: “verde, maduro y pintón”. Verde para frutas que quieres tener más tiempo en casa, pintón para utilizarlas en recetas o postres y maduros para comer enseguida.
En todas las ciudades existe toda una red de productores locales que garantizan la frescura de sus productos pues no sólo ellos mismos los cultivan, sino que se preocupan porque los tiempos de distribución sean los más adecuados. Así te aseguras de que esa lechosa no llegará a tu casa convertida en mermelada.
Conseguir la frutería perfecta sólo es posible sólo si continúas probando. Una vez que la tengas no la sueltes, sele fiel y así te pondrán lo mejor de lo mejor. Evita ir la semana de quincena, trata de dejar algo de presupuesto para la compra de frutas y vegetales. Ponte con tu carrito de mercado la tercera semana del mes. Así garantizas que tendrás más opciones a la hora de escoger lo fresco, maduro o con el tamaño ideal.
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Pregúntale a tu frutero de confianza o al encargado del supermercado, qué día son las reposiciones y así evitas que las frutas pasen demasiado tiempo oxidándose en las neveras. Con los vegetales fíjate en que el borde no se vea marrón y aunque suene loco, huélelos, deben tener un olor rico y fresco. Si huele fuerte o no huele a nada, pueden estar viejos.
Para saber si el aguacate está listo para comer, agárralo, muévelo y comprueba que suena. Otra forma de saberlo es si la parte más ancha, está más suave.
Escoge la piña perfecta arrancando una hoja del tallo. Muchos dicen que una piña está madura cuando la hoja puede ser arrancada sin demasiada dificultad.
Siempre lava bien tus frutas y vegetales, incluso antes de colocarlos en la nevera, los poros de las frutas son buenos puntos de acceso para que las bacterias hagan fiesta. De igual forma, al lavar alargas su tiempo de vida y ahorras tiempo al momento de ponerte a preparar esa receta.
Por último, si identificas algún vegetal o fruta dañado, pasado o golpeado bótalo inmediatamente y evita así que al resto le pase lo mismo.
[Fuente: erikatipoweb.com]