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Amanda Lindhout, la periodista cooperante ha contado los infernales 15 meses durante los que fue retenida como rehén por un grupo terrorista somalí, tiempo en el que fue violada y sometida a vejaciones. En 2008, cuando tenía 24 años viajó a Somalia junto a su exnovio, Nibel Brennan, un fotógrafo australiano de 36 años. Juntos, fueron secuestrados al tercer día de aterrizar en el país, según publica «Daily Mail».
Un periodista somalí, Abdifatah Mohammed Elmi, que trabajaba como su intérprete, también fue secuestrado, pero lo pusieron en libertad tras varias semanas. Ellos corrieron otra suerte. De sus 15 meses en cautiverio, Lindhout da cuenta en su libro «Una casa en el cielo», que publica la próxima semana. Brennan, el fotógrafo, ya tenía experiencia en zonas en conflicto y Lindhout había pasado un tiempo en Irak, donde ya fue retenida como rehén.
Somalia, que ha carecido de un gobierno efectivo desde hace 18 años, es un lugar peligroso tanto para los cooperantes como para periodistas extranjeros, ya que el riesgo de ser secuestrado y retenido por grupos armados para pedir a cambio un rescate es muy grande. El gobierno del presidente Hassan Sheikh Mohamud, respaldado por Occidente, está luchando contra Al Shabaab y otros grupos rebeldes, y controla pocas zonas de la capital.
La pareja fue secuestrada el 23 de agosto de 2008, cuando salieron a visitar un campamento de refugiados en las afueras de la capital. Pedían por ellos un rescate de 3 millones de dólares por la pareja. Las condiciones a las que estuvieron sometidos fueron muy duras, ya que comían muy poco y recibían palizas a menudo. La joven, además, sufría violaciones constantemente. En sus intentos por ser liberados y el temor a ser asesinados, la pareja piensa que puede ser una buena estrategia convertirse al Islam, pero la tortura continúa aun y cuando los instalan en habitaciones separadas. Lindhout sufre una infección por hongos en la cara, el pelo y las uñas, mientras que Brennan sufre disentría.
Cuando comprendieron que no podían hacer nada, idearon un plan. Juntos, rompieron una ventana del baño y saltaron unos 4 metros desde el piso en que se encontraban retenidos. Una vez en el suelo, corrieron hasta una mezquita local donde obtener ayuda. Sin embargo, nadie se atreve a enfrentarse a los captores que corren tras ellos. El castigo fue terrible.
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Aunque nunca ha hablado de ello, algunos medios se han hecho eco de que Lindhout dio a luz a un niño llamado Osama mientras estaba en cautiverio. Finalmente, fueron liberados en noviembre de 2009 tras 460 días de cautiverio después de que las familias lograran reunir la cantidad de dinero demandada, unos 700.000 euros.
[Fuente: abc.es]