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Consejos para secar el cabello rizado sin dañarlo

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Sabemos que el cabello rizado, luego de limpio y seco, es mejor no tocarlo demasiado a riesgo de deformar los resortes que le dan su característica belleza. También sabemos que al secarlo debemos hacerlo de arriba hacia abajo, para evitar aportar más volumen del que tu rostro puede manejar. Pero aquí veremos otros consejos que te serán muy útiles al momento de secar este tipo de pelo, sin dañarlo ni alterar el resultado de belleza esperado.

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Lavar el pelo rizado con productos especiales

Lo primero es lavar el cabello rizado con productos específicos para este tipo de melena, y para tu tipo particular de cabello (seco, graso o mixto). Usa productos de buena calidad, orgánicos o libres de químicos y de alcoholes.

El secado puede ser al natural (al aire) o con secadora, dependiendo del corte que luzcas y de la cantidad de cabello que tengas. Las melenas más abundantes requieren de un secado al aire o con secadora de cabellos de cápsula, puesto que las manuales, con y sin difusor, les aportan más volumen del adecuado.

En el caso de usar aparatos para secar manuales, asegúrate de que el aire esté dirigido de arriba hacia abajo, ensortijando el pelo con la mano y no con el aire.

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Al salir de la ducha, seca envolviendo firmemente una toalla en torno a la melena, para eliminar todo el resto de agua hasta dejar apenas húmedo. En lo posible, utiliza una toalla de microfibra, con un mayor poder de absorción, y déjala en tu cabeza por unos diez a quince minutos. Luego, podrás aplicar productos de peinar, cremas de tratamiento sin enjuague, y también hacer secados artificiales.

Uso de secadores para el pelo rizado

«Seca a una distancia de unos 30 centímetros del cuero cabelludo y de la melena.»

Evita el uso de difusores y conectores, pues estos acercan demasiado la fuente de aire caliente a tu casco. Esto no sólo reseca tu piel y te expone a quemaduras, sino que también daña el cabello. Lo mejor, en el caso que quieras utilizar el difusor, es utilizarlo con una secadora de aire frío o tibio, y nunca caliente.

No apliques calor en exceso directamente sobre el cabello, sino secar a una distancia de unos 30 centímetros del cuero cabelludo y de la melena. El aire, a esta distancia, se enfriará al punto justo y permitirá la evaporación de la humedad contenida, a diferencia del secado a menor distancia que quema los cabellos externos mientras los internos siguen quedando húmedos.

[Fuente]

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