Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Al pensar en el negocio avícola, una de las principales cosas que se nos vienen a la mente son las plumas, ¿cierto? Precisamente eso mismo le sucedía a un estudiante de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), que invirtió gran parte de su tiempo y esfuerzo en proponer una forma de reutilizar dichas plumas en algo útil.
Y no estoy hablando de edredones o almohadas… Estoy hablando de resinas compuestas, o composite, un material que tiene uso industrial, y que este chico ha desarrollado a partir de plumas de pollo.
Así como lo lees: El proyecto COMPLUMAS ocupa desde hace un tiempo los esfuerzos de siete investigadores de la UPC que ahora han dado con esta propuesta de biomaterial cuya viabilidad aún está en fase de estudio.
Es resultado del mejor trabajo final de carrera de Cataluña del curso 2010-2011, realizado por estudiante Jordi Aymerich, de Ingeniería Técnica Mecánica de la UPC, que ha experimentado a escala de laboratorio las posibilidades de valorización de las plumas de pollo para fabricar un material biocomposite, mediante la mezcla del residuo animal con un plástico biodegradable.
Explican que la clave de este material está en que las plumas de pollo se componen principalmente de una proteína llamada “queratina” que se caracteriza por poseer baja densidad y buenas propiedades de aislamiento térmico y acústico, que podrían ser aprovechadas para el desarrollo de materiales industriales, como el caso que plantean desde la UPC con esta resina compuesta.
Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Luego de procesar las plumas de pollo (para extraerle las impurezas, entre otras cosas), el resultante se ha mezclado con ácido poliláctico (PLA) y ha dado origen a este biomaterial que, según explican sus desarrolladores, bien podría tener aplicaciones industriales, por ejemplo, en los sectores de la automoción, la construcción y el empaquetado.
Desde la UPC destacan que es la primera vez en España que se utilizan las plumas de pollo para fabricar materiales compuestos. El dato: La industria avícola genera cada año cinco millones de toneladas de plumas de pollo, que según explican desde la UPC son de difícil gestión y por tanto terminan en crematorios… Entonces, la buena nueva es que a partir de ahora, este desecho podría tener un uso práctico y provechoso a nivel industrial.
El siguiente paso es que se estudie el impacto ambiental que genera este nuevo material hecho a partir de las plumas de pollo, desde la generación de la materia prima hasta la disposición del producto final, para conocer de manera objetiva si es aconsejable, factible y sostenible fabricarlo para uso industrial.
Pero vamos, que lo que sabemos hasta ahora hace que esta propuesta luzca como muy interesante, tanto desde el punto de vista ambiental como económico, ¿no os parece?
[Fuente]