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Autoridades gubernamentales, conservacionistas, comunicadores sociales, multiplicadores del quehacer ambiental, dirigentes comunitarios, políticos, deberíamos hacer un momento de reflexión, y hacer un llamado de atención, para que cada uno de nosotros nos podamos dar cuenta de pequeñas cosas, pero igual importantes, (basura acumulada, aguas negras en las calles, quemaderos de basura como disposición final, contaminación sónica por las bocinas de los vehículos, contaminación atmosférica por escape de C02 en automóviles y en las diferentes industrias, efluentes industriales que descargan en los cuerpos de agua sin tratamiento previo) en nuestras grandes ciudades, nuestras urbanizaciones, la tala y quema en el medio rural, proliferación de ranchos sin ningún tipo de servicios públicos de aguas blancas ni recolección de aguas negras y drenajes, donde nos acostumbramos a observar como normal estas situaciones permanentes de agresiones al hábitat y al medio ambiente y en consecuencia a la calidad de vida de todos nosotros.
Es importante resaltar, el desarrollo de la denominada Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro en 1992. Este evento internacional atrajo, por primera vez a nivel mundial, los temas de Medio Ambiente y Desarrollo. Luego de la Cumbre de la Tierra, previa convocatoria de la Organización de las Naciones Unidas para la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, se inicia un ciclo de convocatoria de gran cantidad de organizaciones sociales de todo tipo, en cada rincón del planeta, donde se asumió con mucha urgencia y desde un punto de vista mas profundo el desafío ecológico que la humanidad enfrenta. Los reclamos por un ambiente sano, el derecho al desarrollo justo para todos los pueblos, y el respeto por las diversidades culturales y biológicas tuvieron prioridad como nunca antes.
Frente a los alarmantes niveles de deterioro del medio ambiente y los desequilibrios producidos en la naturaleza, una nueva conciencia ecologista se ha ido despertando en todos aquellos que deseamos que la Tierra sea un lugar donde se pueda vivir en armonía con la naturaleza. Hasta 1968 nadie se había preocupado por estos problemas, desde entonces, prácticamente todos los países han tomado medidas políticas y administrativas para atender los problemas del medio ambiente.
Actualmente, en nuestro país la degradación ambiental se ha venido incrementando aceleradamente. Predecimos la herencia del tipo de calidad de vida que dejaremos a nuestros hijos, con ciudades con alto índice de contaminación acústica, atmosférica, el grave problema del manejo de la basura, construcción incontrolada e improvisada de ranchos insalubres, sin servicios públicos mínimos, ríos y playas contaminadas, pocos espacios verdes para la recreación, los pasivos ambientales producidos por la industria petrolera. Todo un reto para las nuevas autoridades y para la ciudadanía, utilizando el concepto de la educación ambiental y de aplicación de la normativa legal para impulsar una efectiva defensa del deterioro y la polución ambiental.
Por Víctor Hernández