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La mayor frecuencia de largas jornadas laborales y el deseo por alcanzar el éxito profesional pueden complicarte el camino al embarazo.
Mario Lucas Flores, médico ginecobstetra del Hospital Ángeles del Pedregal, afirma hoy en día es más común ver casos donde el estrés afecta el embarazo de mujeres trabajadoras.
El estrés es una parte fundamental para que el cuerpo no se encuentra en condiciones estables para lograr la concepción”
Factores compartidos
1. Menos periodos. Estar sometida a mucho estrés te puede ocasionar cambios en el periodo menstrual, incluso por varios meses y con repercusiones en tu reloj de fertilidad.
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2. Bajos deseos. Tener un día laboral pesado te disminuye el apetito sexual.
3. Sin rendimiento. En atletas, las rutinas y tratamientos hormonales afectan, en los hombres, la calidad y cantidad de espermatozoides, y en ellas, reduce los periodos menstruales hasta por un año.
4. Muy entallado. Usar uniforme ajustado por realizar trabajos a las alturas o debajo del suelo, pueden ocasionarte una baja en la producción espermática y en el proceso de infertilidad.
¿Qué hacer?
* Acércate con el especialista y solicita tu valoración médica para descartar inconvenientes fisiológicos o algún padecimiento grave.
* Comparte con tus familiares y amigos tu expectativa para escuchar experiencias y posibles lugares donde atenderte.
* No te obsesiones con quedar embarazada y si es necesario busca atención sicológica.
* Planea tus encuentros sexuales de acuerdo con los días más fértiles de tu pareja.
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Mujeres arriba
El especialista en reproducción humana insiste que si bien el estrés afecta el embarazo por partes iguales de la pareja, son las mujeres quienes más retardan la decisión por dedicarse al trabajo.
5 de cada 10 parejas retrasa su intensión de procrear y 80 % de que así sea es por el lado femenino.
Hay mujeres de 38 y hasta 42 años que acuden a una primera consulta porque desean embarazarse”.
Fuente: [salud180.com]