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El pasado jueves el gobierno de José Gregorio El Gato Briceño, después de cinco meses de haberse producirse el derrame petrolero que contaminó el río Guarapiche, procedió a la reactivación de la planta de tratamiento que abastece de agua a los sectores de San Vicente y Pueblo Libre, garantizando así el suministro y la potabilidad del líquido a más de 14.500 habitantes que residen en la parroquia San Vicente.
Francisco Rojas, presidente del Fondo de Crédito del estado Monagas, en representación del mandatario regional, y acompañado por vecinos de esta popular parroquia, autorizó el arranque de las bombas que surten el vital líquido en esta zona del oeste del municipio Maturín.
“Después de los análisis que se realizaron en las aguas del río Guarapiche, donde se comprobó que no existe ningún tipo de peligro, sobre el consumo de estas aguas, para la población, el gobernador José Gregorio Briceño avaló el encendido de los motores en esta planta, dando garantía de que el agua es totalmente potabilizada y ya no quedan trazas de petróleo”, manifestó Rojas.
La planta de San Vicente actualmente bombea 50 litros por segundo, haciendo posible que muchas familias cuenten con este servicio y así acabar con la agonía que por meses padecieron para poder cocinar y realizar las labores del hogar.
Vale recordar que en el año 2006, el Ejecutivo regional destinó la suma de más de 3 millones 766 mil bolívares para la construcción de la aducción desde el sistema de captación hasta la planta de tratamiento, posteriormente en el año 2010 invirtió la cantidad de 2.683.402,12 bolívares para la instalación de tuberías en la línea de aducción para el acueducto, donde se realizó un replanteo, excavaciones y colocación de material de relleno, tuberías de 154 mililitros de acero al carbono, y 50 soportes tipo H, entre otros.
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Recientemente el Gobierno de Monagas realizó labores de pintura en toda la estructura de la planta de San Vicente, donde se invirtieron 250 mil bolívares para hacer cumplir la normativa internacional, que establece el color, entre otros requerimientos de obligatorio cumplimiento para el funcionamiento de las instalaciones de servicio de agua, allí se especifica que deben estar pintadas de color azul.
Cabe destacar que de esta manera, el gobernador Briceño fiel a su pueblo, ordenó la paralización de esta planta para evitar que los habitantes del estado Monagas resultaran envenenados producto del derrame petrolero, y es ahora después de 5 meses que se reactiva con total confianza de que, los monaguenses no padecerán ningún mal atribuible a la ingesta de agua contaminada con hidrocarburos.
(Fuente: Prensa Gobernación de Monagas)