Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Se cumplen dos años desde la creación de la Superintendencia Nacional de Costos y Precios (Sundecop) y los precios de los productos considerados ese 22 de noviembre de 2011 siguen congelados. A pesar de que se prometió un ajuste trimestral, nada más que rumores, documentos filtrados y reuniones han llenado el panorama.
Se desconoce en qué porcentaje, pero en ese período los costos han reducido al mínimo la utilidad que perciben las empresas por los productos regulados. El presidente de la Asociación de Industrias Químicas y Petroquímicas (Asoquim), Juan Pablo Olalquiaga, señaló que en dos años la inflación es cercana al 80%, algunos insumos se han disparado en 60%, mano de obra más cara producto de nuevas contrataciones colectivas o incrementos en fletes terrestres.
Además, se agravó este año con la fijación de una nueva tasa cambiaria a Bs. 6,30 por dólar, que impactó “dramáticamente” las estructuras de costos de estos productos, como insumos de empaques y repuestos, así como los costos de los servicios portuarios.
Asoquim se ha reunido con diferentes organismos para solicitar un ajuste en los precios de productos para el mantenimiento del hogar, como detergentes, lavaplatos, limpiadores, cloro, jabón para lavar, cera para pisos, suavizante y enjuague para la ropa, y aunque se ha prometido que saldrá próximamente un decreto en Gaceta Oficial no se ha hecho.
Perspectivas oscuras
Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Hay quienes son menos optimistas. Una fuente vinculada al sector pañalero sostuvo que dada la coyuntura que atraviesa el país, sumergido en lo que el Gobierno ha denominado “la guerra económica”, de la que culpa a las cúpulas empresariales, es difícil que se revisen precios hacia el alza. “Pretenden bajarlos en toda la economía y todas las empresas avizoran una nueva Ley de Costos y Precios Justos, aplicada a toda la economía”, dijo.
Es aquí cuando se prenden las alarmas, pues cuando la Sundecop congeló los precios de los 19 productos dejó un margen de ganancia entre 4% y 25%, y desde entonces han incidido otros factores que han reducido la utilidad. Muchos resolvieron saldar ese déficit con las ganancias en otros productos. Sin embargo, con una ley que regule las ganancias vía habilitante pocas cartas quedan en las manos de los empresarios.
El método se llama “subsidios cruzados”, explicó Eduardo Garmendia, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), al comentar que algunas empresas subsidiaban los que están bajo regulación, “pero en momentos en que se avecina una ley que limitará los márgenes de ganancia, es posible que desaparezcan del mercado productos cuyos costos estén por encima del precio de venta y se observarán menos marcas”.
El respiro
Rhaiza García, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Productores de Leche (Asoprole), dijo que “el precio no da para producir”, en referencia a los jugos pasteurizados. “Las empresas no pueden trasladar al precio final los aumentos en los costos de la materia prima y los envases”.
García señaló que la situación se refleja en toda la cadena, pues las empresas que elaboran los concentrados de fruta tienen el precio regulado. “Los productores de naranja están solicitando que se adecúe el precio de los jugos, para que ellos puedan recibir un ajuste en el precio de la fruta”.
Alternativas de mercado
Una fuente ligada al comercio manifestó que el rezago de los precios ha obligado a pequeñas y medianas empresas procesadoras, fabricantes e importadoras a eliminar a los intermediarios de su cadena de comercialización para colocar los productos en el comercio al detal. “Cuando se fijaron los precios, los márgenes se compartían con el distribuidor, pero se reducen ahora esos para sobrevivir”.
Suscríbete a nuestro canal de Telegram "LeaNoticias" para que estés al día con toda la información sobre Venezuela y España.
Por ejemplo, si una empresa debía compartir 20% de ganancia entre fabricantes y distribuidor, ahora puede obtener el porcentaje total, que se redujo por factores externos, y se mantienen. Grandes empresas cuentan con logística de distribución y optaron por vender directamente a precio de mayorista y así manejar su rentabilidad.
La única luz que se encendió para los empresarios fue cuando en julio se filtró un punto de cuenta de la Vicepresidencia de la República y el Ministerio de Finanzas, (que nunca se cristalizó) donde se sugería al presidente Nicolás Maduro autorizar el incremento de los márgenes de comercialización y de los precios al productor, mayorista, distribuidor y consumidor de los 19 productos de cuidado personal, limpieza del hogar y consumo masivo entre 3% y 25%.
En la propuesta, el Gobierno optó por aumentar el margen de ganancia en mayor porcentaje a los fabricantes e importadores y comerciantes, así como reducir la utilidad de mayoristas e intermediarios.
El incremento abarcaría 420 presentaciones, 218 adicionales a las que se incluyeron en 2012, para alcanzar 2.300 variedades, presentaciones y calidades a precios regulados.
Para el agua mineral el alza sugerida era de 16,89%; el champú de 11,19%; crema dental en 5,30%; un paquete de pañales en 15,29%; las toallas sanitarias en 5,59%; jugos pasteurizados en 16,93% y las compotas en 5,16%. En el caso del papel higiénico se proponía un piso de 3,05% y un techo de 83,32%. El punto de cuenta se cumplió en los demás sectores.
El papel de la Sundecop
Garmendia criticó que la fijación de precios original fue unilateral a pesar de que se solicitó la estructura de costos, se fijó sin atender a las razones que esgrimieron las empresas para tener mayor utilidad. “No se cumplieron las revisiones. Los precios están congelados desde hace dos años en una economía con una inflación de naturaleza desatada”.
En sus palabras, cualquier regulación que no responda a la dinámica de mercado solo perjudicará en vez de favorecer, mientras que Olalquiaga pidió reglas claras y estabilidad. “Muchas empresas ya producen a pérdida. Si les permitieran tener ganancias sería positivo, aunque fuera baja”.
La fuente del sector pañalero apuntó que en numerosas ocasiones la Sundecop ha recibido información de las empresas, donde se detallas las estructuras de costos, pero desde julio cuando se filtró el documento de la Vicepresidencia, las voces callaron y nada se volvió a saber sobre ajustes. “Lo peor es que productos como pañales, toallas sanitarias o champú ya tienen problemas de abastecimiento muy marcados”.
Aventuró que otro inconveniente es el diferencial cambiario, pues producto de los controles establecidos una década atrás en Venezuela, para las transnacionales es más fácil colocar un producto en Colombia que en Venezuela.
La fuente negó que producto de la guerra económica las empresas piensen en bajar su santamaría, a pesar de que saben que están bajo observación y la incertidumbre se respira en el ambiente. “Saben que no debe jugarse posición adelantada y debe darse un voto de confianza de que en cuanto termine esta transición electoral, la economía volverá a moverse regularmente”.
Otra oportunidad
A pesar de que las comunicaciones no han surtido efecto, Olalquiaga solicitó nuevamente una reunión con el vicepresidente para abordar el tema a la espera de una respuesta favorable.
Otra fuente reveló que ya hay reuniones con algunas de las empresas y se autorizarán los ajustes luego de las elecciones. En septiembre, el jefe del Órgano Superior para la Defensa Popular de la Economía, Hebert García Plaza, garantizó que el Presidente tenía un punto de cuenta listo para fijar el alza en un porcentaje que no afectara a los consumidores, pero no precisar fechas.
[Fuente: elmundo.com.ve]