En tiempo Real: “Chávez y Mario Silva en estado suplicante” por @carlosvalero08

Después de 14 años reviviendo activamente la vieja consigna política marxista-leninista de la lucha de clases y de utilizar todo el poder del estado para destruir el emprendimiento privado, la ventaja política y social a favor de @hcapriles ha puesto a Hugo Chávez y a su alter ego Mario Silva (dos caras de la misma moneda) a rogarle a los sectores medios que voten por la revolución.

El Chávez azul le pide desesperadamente ayuda a Mario Silva como si este fuera el mejor vocero que representa los anhelos y aspiraciones de la clase media. La forma como ruegan es hasta cierto punto divertida, ya que por un lado dicen que van a promover la industria, a respetar la propiedad privada, acaban de incorporar en sus cuñas oficiales la palabra imperialista “productividad” después de estar eliminada del diccionario revolucionario los últimos 14 años, pero cada idea de reconciliación la acompañan de una amenaza velada, en algunos casos grosera. Las consignas del candidato del pasado asoman ideas de que si votas por mi voy a respetar la propiedad privada pero si votas por el majunche el pueblo enardecido arrasará con todo y no habrá propiedad privada. Este es el viejo estilo de a Dios rogando y con el mazo dando.

Los asesores brasileros al igual que los asesores españoles le insistieron desde el principio al presidente saliente que la campaña debía ir dirigida a los sectores medios, porque la franja de indecisos terminaría definiendo la elección si se inclinaban de forma masiva a una de los dos opciones, sin embargo, la prepotencia política hizo oídos sordos a estas recomendaciones y se dedicó a hablar de la paz planetaria, de la salvación de la especie humana y de recomponer el equilibrio geopolítico-estratégico-metafísico-estructural y concomitante de las naciones del mundo. Recién ayer comenzaron a hablar de cosas concretas copiándose de las propuestas que Capriles viene compartiendo con el país desde hace más de tres meses. A cinco días de la elección se dieron cuenta de que estaban en una competencia electoral venezolana y no compitiendo por ser el jefe de la unión intergaláctica.

La cosa ha de estar tan grave al interior del Comando del caos que ayer el candidato del pasado hizo la oferta electoral más estrambótica que he visto en mi vida: Hugo Chávez se negó a sí mismo. Le dijo a todos los venezolanos recurriendo a un voluntarismo infantil y asumiendo que el electorado venezolano es pendejo que milimétricamente a partir del 8 de octubre él será otra persona. Voy a ser eficiente, más democrático, más productivo, recorreré el país, hablaré con la gente cara a cara, entre otras promesas. Se mimetizó con Capriles y frente a una copia chimba evidentemente la gente votará por el original. Dile no a la piratería.

Por otro lado, vemos a Capriles crecido. Su figura recuerda la de Felipe González cuando asumió la presidencia del gobierno español a la misma edad que Capriles y le correspondió manejar la transición del franquismos hacia una España moderna y próspera o a Tony Blair cuando instaló en el Reino Unido la tercera vía, en fin a muchos jóvenes estadistas que les ha correspondido conducir los destinos de sus países en situaciones particularmente complejas y de trascendencia histórica. El dilema frente al cual se enfrenta el país está claro, futuro vs. pasado; progreso vs. retroceso; inclusión vs. chantaje social; servicio público vs. egocentrismo político.

A esta hora al gobierno sólo le queda la mentira y la promoción del miedo. Es muy importante que todos hagamos campaña a favor de que el VOTO ES SECRETO y que el poder no está en los uniformes, las bayonetas o en los insultos presidenciales. El poder está en cada uno de los venezolanos que de manera pacífica puede abrirle la puerta de la prosperidad a nuestro país.

Por Carlos Valero / @carlosvalero08