En Tiempo real: «Lula aconseja a Chávez buscar sucesor» por @carlosvalero08

Extraña declaración dio el ex presidente de Brasil y aliado político incondicional del presidente Chávez ayer cuando, sin que aparentemente nadie se lo preguntara, expresó que el líder de la revolución bolivariana ya debería ir buscando su sucesor, porque “cualquier otro puede después intentar hacer lo mismo y eternizarse en el poder y en la democracia la alternabilidad es básica”. Dudo que el avezado político brasilero soltara esa perlita sólo porque se le ocurrió en medio de la entrevista. El mayor lobista de los intereses del imperio del sur en el país sabe calibrar perfectamente el peso e impacto de sus palabras en la política local y regional, así que trataré de explicar, desde mi humilde perspectiva, las razones de esa declaración.

En primer lugar, es evidente que el ex presidente quiere lavar su nombre ante los ojos del mundo. Él mejor que nadie ha escuchado las críticas a la primitiva política de promover desde el poder la lucha de clases, tal cual se hizo en la época de la revolución industrial. La polarización y el odio social usado como política de estado es fuertemente cuestionado por toda la élite mundial, independientemente de los millones de petrodólares que han tratado de convertir en loas los cuestionamientos.

En segundo lugar, habría que volver un año atrás y preguntarnos si realmente el presidente Chávez superó el cáncer que lo aquejó. Lula y Fidel han sido los grandes consejeros del líder de la revolución y es altamente probable que los tres conozcan el verdadero estado de salud de cada uno de ellos. No es descabellado que la declaración de Lula forme parte de una triangulación para ir acostumbrando a las bases revolucionarias a la idea de que puede haber un cambio de conductor e ir allanándole el camino al que parece ser el preferido de Fidel y de Hugo, el vicepresidente Nicolás Maduro.

Dudo mucho que Lula haya dado esa declaración sin consultarlo con su pana burda. El país puede estar frente a una “oferta engañosa” en el sentido de que se votó por un candidato que de acuerdo a la opinión de Lula, no la mía, aún no le comienza a correr el lapso constitucional de su nuevo mandato, puesto que se vuelve a juramentar el 10 de enero, y ya le están recomendando buscar relevos. Ustedes me perdonan, pero ese consejo no es normal.

Las celebraciones por el triunfo del presidente si acaso se hicieron el domingo en la noche, fuertemente movidas por la maquinaria del estado que contrató fuegos artificiales y repartió caña y comida como se hacía en las famosas romerías blancas. Después el país se ha colocado en una situación expectante esperando que se le cumpla con las promesas y se les entregue la casa, el crédito o se atienda el problema de la inseguridad y las cárceles dejen de ser un infierno promotor de la muerte.

Chávez para ser electo prometió ser otro y convertirse en el presidente de la eficiencia y el buen gobierno a partir del 8 de octubre. Lo que hemos visto ha sido más de lo mismo, reciclaje de ministros, el dedazo para la escogencia de candidatos a gobernadores y la disminución del ritmo del trabajo en los desarrollos habitacionales de campaña. Una situación muy parecida a la expectativa generada por Pérez II en su campaña y que provocó, a pocos días un estallido social.

El gobierno debe leer adecuadamente los resultados electorales. No se puede engañar todo el tiempo a todo el mundo y parece que por ello el ex presidente Lula quiere lavarse las manos y advertir que dijo la verdad, a su manera, pero la dijo.

Por Carlos Valero /  @carlosvalero08