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El muro de contención construido por el Ministerio del Ambiente en el sector La Punta destinado a proteger del paso de agua del lago de Valencia a zonas residenciales del sur de Maracay, tiene cuatro años por encima de las proyecciones iniciales de vida útil.
De acuerdo con registros archivados por habitantes de La Punta y Mata Redonda, ubicados a escasos metros del terraplén, ingenieros diseñaron la estructura para cumplir un plazo máximo de tres años, mientras se concretaban labores de control del nivel y saneamiento del reservorio que hasta ahora no han sido ejecutadas. Asimismo, fue proyectado para reguardar a más de 8 de mil personas de urbanismos cercanos.
El terraplén fue inaugurado en marzo de 2005 por la exministra del Ambiente, Jacqueline Farías, quedando fijada la cota de seguridad en 412 metros sobre el nivel del mar (msnm). Se perfiló en su momento como la solución salvadora.
No obstante, el crecimiento del lago continuó su curso y en agosto de 2011 autoridades del Ministerio del Ambiente deciden elevar 70 centímetros la cota máxima en la parte central de la estructura para evitar que el agua tocara sectores urbanos que se encuentran por debajo de la cota 408 msnm.
Rehabilitación y refuerzos
Hasta la fecha, el muro de contención de La Punta ha sido reforzado en cuatro oportunidades para tratar de impedir que el agua socave sus bases e ingrese a zonas residenciales. La primera rehabilitación se concretó en noviembre de 2007 cuando se decidió sembrar plantas vetiver de cara al reservorio natural a lo largo de un kilometro 200 metros, pues sus fuertes y gruesas raíces que forman una malla natural pretendía ser una fórmula para evitar la erosión.
Sin embargo, un año después, Maritza González, vecina de la zona, quien monitoreaba a diario junto a otras personas el muro, denunció que las plantas se estaban desprendiendo, situación que fue interpretada como una señal de debilitamiento. Posteriormente, en septiembre de 2010 fue realizado un trabajo de enrocado en la parte interna del terraplén y se reforzó una malla de unos 200 metros de longitud para evitar que se comprometiera su estabilidad. Los mismos trabajos fueron realizados en agosto de 2011 con la puesta de otro número de rocas. Estos trabajos no han detenido la fuerza del lago. Desde el pasado domingo 12 de mayo, cuadrillas de trabajadores realizan un nuevo refuerzo al muro, pues en un tramo se registró la pérdida de más de la mitad de su ancho a causa de las lluvias recientes.