Fingió su muerte por dinero y a la mitad del funeral no aguantó el calor del ataud

Un hombre de China que fingía su muerte para que su familia cobrase la indemnización no pudo aguantar el fuerte calor y salió corriendo del ataúd a beber agua.

El hecho ocurrió en la capital de la provincia de Hubei, uno de los lugares más calurosos de China en verano, ante la vista de unos 300 asistentes y 80 policías por la sensibilidad del suceso.

El chino, apellidado Han, era un vendedor de refrescos y fingió haber muerto por una paliza propinada por uno policías locales conocidos como los ‘chengguan’, grupo que en los últimos meses ha causado la muerte de varios vendedores ambulantes  en otras ciudades de ese país.

 

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