Guanipa: La gente no quiere que le regalen nada, sino que cada organismo cumpla su trabajo

“En este país las cosas caminan al revés. Todos quieren que le resuelvan la vida y no es así. Uno lo que necesita es trabajo. Uno tiene que conseguir para uno, pero el Gobierno tiene que hacer por todo el país. La luz, el agua, el gas, el aseo y las cloacas lo tiene que poner el Gobierno y si este que tenemos no puede con eso, que deje que otro lo haga”. Juan Morillo, obrero de 23 años y vecino del barrio Ancón II en la parroquia Antonio Borjas Romero, explicó cómo es que, a su juicio, debe manejarse un país.

Su reflexión es producto del cúmulo de problemas que asegura tiene su comunidad y que compartió con el concejal Juan Pablo Guanipa, en una de sus visitas a la parroquia. “Este barrio tiene 15 años de fundado y aquí viven como 450 familias. Niños como dos mil. Y no es posible que todavía no tengamos agua. La alcaldía nos trajo 15 rollos de manguera que son mil 500 metros, de los dos mil 300 que necesitamos para meter en agua por todas las calles. Esto es un avance, pero necesitamos también abrazaderas y unas máquinas que cobran tres mil bolívares diarios para trabajar y esto no tenemos como pagarlos. Ese es trabajo de Hidrolago y ya nosotros no sabemos cómo hacer para vivir mejor”. Manifestó Morillo.

Maikeli Atencio vecina del sector, detalló que el material para la instalación del agua lo tienen desde hace tres meses y temen que si siguen esperando se pueda dañar. “Hidrolago nos tiene engañados. Todo lo que tenemos lo hemos conseguido solos cuando son ellos los que tienen que trabajar por brindarle el servicio a las comunidades. Pero bueno… qué se puede esperar de este Gobierno, si ni siquiera conseguimos comida que comprar. Este gobierno no vale nada”.

Irene Ferrer, ama de casa de 35 años, destacó que en el barrio se han constituido obras de las cuales aún no gozan ningún beneficio. “Nuestros hijos están estudiando debajo de unas matas de cují porque el simoncito que empezaron a construir hace siete años y que hace más de seis meses está listo no lo han inaugurado, ni permiten que lo usemos. Se llama Sougee Lapuu y es un colegio bilingüe que le haría muy bien a nuestros muchachos”.

Margarita González, comerciante de 50 años, rechazó el hecho de que, teniendo tanta necesidad de espacio, el simoncito esté cerrado. “El simoncito cerrado y nosotros tratando de construir un colegio. Me pidieron cinco bloques igual que a todos los padres, pero no tengo para darlos. Yo les dije: ¿Pero nosotros no tenemos un consejo comunal? Que ellos hagan algo, que trabajen por nosotros. Aquí las familias no tienen a veces que comer. Qué más quisiéramos que tener para poder levantar los salones”.

Juan Pablo Guanipa, concejal del Maracaibo, aseguró que el oeste de Maracaibo es tan amplio que sus problemas van de un extremo al otro. “Aquí el problema es un simoncito, un colegio y el agua entre otros servicios públicos, pero puede ser la inseguridad, la pobreza, el transporte. Siempre hay algo que solucionar. Lo destacable de todo esto es que muchas veces la gente está clara de cuáles son sus deberes y derechos. La gente no quiere que le regalen nada, quiere que cada organismo cumpla su trabajo. Quiere ganarse la comida con su trabajo y que el agua, la luz y el aseo sean servicios que los suministre cada organismo según sus competencias. Yo creo en ese venezolano que trabaja y que contribuye con la productividad del país. Así es que todos podemos ser parte de la evolución de Venezuela”.

Fuente Alcaldía de Maracaibo