Retrocer más de un siglo en el tiempo y ver fotos vivas, reales, en color, es hoy posible gracias a un invento que patentaron en 1903 los hermanos Lumière, la placa autocroma.
Este sistema fue el único que existió hasta 1935 para ir más allá del blanco y negro. Su comercialización comenzó en 1907 y nos permite hoy, por ejemplo, admirar a todo color cómo era París en esa época. En el proyecto París 1914 se recogen decenas de instantáneas tomadas con este procedimiento fotográfico. Debajo algunas de las mejores seleccionadas.
Tal vez parezcan retocadas o coloreadas con posterioridad, pero no, son tal cual se veían las cosas por aquel entonces. Puedes ver la colección completa en la web deParis 1914.