Aunque parezca buena idea en principio (para los que quieran proteger a menores de la pornografía y para los que caen en las trampas de los mensajes sugerentes de malware online), se trata de un bloqueo de información libre a los internautas del país. Al estilo de sistemas presentes en lugares como China, bloquearía a los usuarios al acceso de numerosas páginas web online y podría también ilegalizar las páginas de pago por porno.
Según la página ticbeat.com, el ministro de Interior Ögmundur Jónasson ha gestionado investigaciones para encontrar las mejores maneras de frenar la oleada de imágenes y videos a las que acceden los jóvenes a través de ordenadores, consolas de videojuegos y smartphones, según apunta el Daily Mail.”Por el momento estamos viendo las mejores maneras técnicas de hacer esto”, apunta un representante al medio británico, “pero si podemos mandar a un hombre a la luna, tenemos que poder batallar la pornografía en internet“.
El argumento es que el acceso fácil a pornografía online incrementa la frecuencia y la severidad de la violencia sexual contra las mujeres y son la causa de daño a largo plazo para los niños que lo ven a una edad temprana.
Islandia ya prohíbe la impresión y la distribución de pornografía y esta nueva iniciativa extendida a internet sería la primera de un país europeo que podría crear tendencia.