Durante décadas, el régimen de Muamar Gadafi reservó el uso de amplias zonas costeras de Libia para su familia y las élites del país.
Pero tras la revolución del pasado año, que puso fin a 42 años de gobierno de Gadafi, los libios ya pueden disfrutar de las playas que antes les estaban vetadas.
Son muchos también lo que quieren aprovechar las oportunidades económicas que ofrece la industria del turismo en el país, teniendo en cuenta que Libia tiene una de las mayores líneas costeras del mediterráneo, el 80% de la cual se encuentra sin urbanizar.