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La providencia que se publicó el pasado 20 de septiembre y que definía las normas técnicas para el bloqueo de equipos móviles robados, hurtados o extraviados, está rindiendo frutos, pero aún queda mucho por hacer.
"Los delitos de robo y hurto de celulares disminuyeron 15% en tres meses. Tal vez es poco, pero es un avance. Al menos es uno de los delitos donde se verifica una disminución y en poco tiempo", señaló Ricardo Sánchez, diputado de la Asamblea Nacional, quien ha estado activo con el tema.
El parlamentario recordó que esta normativa era apenas el primer paso y que se requiere de una segunda fase en la que se tipifiquen estos delitos y se impongan sanciones a través de una reforma del Código Penal.
"Se acaba de sancionar la Ley contra la Delincuencia Organizada y ahí hay algo previsto en esta materia, pero es importante que se castigue en el Código Penal, por lo que su reforma debe estar en la agenda legislativa", relató Sánchez.
Indicó que también es importante que Venezuela se suscriba a convenios internacionales en materia de bloqueo de celulares, para que los equipos tampoco puedan ser usados fuera de las fronteras locales.
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"Este es el segundo delito más importante en el continente, después del narcotráfico. En Colombia hubo 490 muertos en los últimos dos años por robo de celulares. En Venezuela, en ese mismo período, murieron 35 personas, según datos oficiales", mencionó Sánchez.
Indicó que tanto la Cancillería como Conatel sostienen mesas de trabajo con la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel) de la Organización de los Estados Americanos, donde espera que se logren avances.
Siguen las mafias
Sánchez señala que no es fácil acabar con este delito, que en el país se ha convertido en un negocio que factura cerca de $400 millones al año.
"Según los últimos reportes, antes de la publicación de la normativa, se robaban cerca de 120.000 celulares al mes en el país", señaló el diputado.
"La liberación comercial está permitida, lo que no se permite es la liberación fraudulenta que debe ser castigada", aclaró Sánchez.
"En cualquier caso, se debe verificar el origen del equipo, contar con una factura que permita comprobar que no se trata de equipos robados. Hay que demostrar la propiedad del equipo", indicó Sánchez, quien señaló que aún hay muchas mafias operando en el país, incluso en importantes centros comerciales y muchas personas siguen cayendo en las trampas.
Las mafias internacionales son bastante fuertes.
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"Prácticamente todos los mercados de la región trafican con equipos de telefonía móvil. Se estima que 1% de los teléfonos robados en Venezuela tiene colocación inmediata en el mercado colombiano", dijo Sánchez.
Se calcula que en los últimos dos años en Venezuela se han robado cerca de 2,5 millones de celulares. En Caracas el hurto de equipos ascendía a 400 por día, de los cuales, al menos 50, eran teléfonos inteligentes.
"Esperamos seguir trabajando el tema para lograr soluciones más efectivas", dijo Sánchez.