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La jornada laboral pasó de 44 horas semanales a 40 horas y máximo de 42 horas en ocho semanas (producción continua). Las empresas tienen un año para adecuarse a esta normativa. La salida: redistribución de horarios, contratar más personas para nuevos turnos o pago de horas extras, hasta un tope de 100 por año.
El trabajador comienza ahora a recibir un pago extra por las dos horas que antes formaban parte de su jornada (44), por lo cual mejora ese pago.
María Elena Subero, especialista en derecho laboral y asociada senior de Höet, Peláez Castillo y Duque, les hizo un llamado a las empresas: “Mantengan la calma porque tienen un año para adecuarse”.
Subero dijo que los cambios para cumplir la jornada de trabajo dependerán de las necesidades de cada empresa.
En aquellas empresas cuyas actividades no pueden ser paralizadas, el nuevo marco laboral establece la posibilidad de alternar los horarios en la medida que no se exceda de las 42 horas semanales en un promedio de ocho semanas.
Subero expresó que las empresas tienen que tener en cuenta que todo lo que entre al bolsillo del trabajador se considera salario y es base de cálculo para prestaciones y utilidades.
Además, la nueva ley incorpora como nuevos feriados el lunes y martes de Carnaval, y el 24 y 31 de diciembre.
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Según la ley, “la jornada laboral entrará en vigencia al año de su promulgación. Durante este lapso, las entidades de trabajo organizarán sus horarios con participación de los trabajadores, y consignarán los horarios en las inspectorías”.
La especialista del derecho recordó que el salario no podrá ser reducido de forma alguna como consecuencia de la reducción de la jornada de trabajo.