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El mundo de las redes sociales que al principio parecía reducido sin impacto real en las masas, excepto sobre un grupo selecto de jóvenes de clase media, hoy es un fenómeno de impacto global, que igual a la imprenta, la radio y la televisión en sus respectivos momentos, llegó para revolucionar las comunicaciones, la interacción humana, y sobre todo a la política.
Aplicaciones como el Facebook, el Twitter, Youtube, los blogs, más recientemente Instagram, Keek (que apenas está dando sus primeros pininos), Path, entre muchas más, modificaron la forma de comunicarnos, de expresarnos y de ver el mundo que nos rodea, pero así como la imprenta, en palabras del Libertador Simón Bolívar, era la «artillería del pensamiento», así como la radio y la televisión se transformaron en medios para la «guerra política y electoral», de esa forma las redes sociales se han convertido en un espacio fundamental para las comunicaciones políticas.
El actual presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama, impresionó a todos en su primera campaña presidencial, e inclusive desde las primarias del su partido Demócrata, con el manejo detallado, profesional y estratégico que dio a las redes sociales, con lo cual: número uno levantó su perfil político, segundo se acercó más a sus electores y por último escuchó y atendió con un «servicio político VIP» a sus votantes.
Durante los hechos políticos que desataron una serie de acciones sociales que desembocaron con la caída de varios regímenes autoritarios en Medio Oriente, denominado la «Primavera Árabe», las redes sociales jugaron un papel fundamental, pero tanto en este caso, como el que protagonizó el mandatario de la Casa Blanca, la visión estratégica de las comunicaciones 2.0 fue la clave, porque el uso desorganizado jamás trae nada bueno en nada, salvo las excepciones que normalmente son producto del azar.
En Venezuela, hemos visto como estos medios tecnológicos y personales de difusión se han extendido y masificado, al principio eran sólo utilizados, como herramienta política, por los factores de la oposición nacional hasta que el régimen del extinto Hugo Chávez entendió la repercusión social y política de las redes, y luego de haberlas desestimado públicamente, emprendió la incursión en este campo con la llamada «Guerrilla Comunicacional», lo que ha generado en los últimos procesos electorales una «batalla» digital con el uso de hashtag promovido por ambos sectores, la competencia de ¿quién tiene más seguidores?, así como la normal verificación de ¿quién tiene más influencia?, es decir, la campaña en Venezuela abrió otro frente, ya no solo es la calle, la prensa y la televisión, sino que el Twitter, por excelencia, y las demás plataformas digitales, se convirtieron en espacios para el debate electoral.
Por esto hemos visto como el uso de las redes sociales dejó de ser pueril, básica y accesoria, para transformarse en una herramienta vital dentro de los diversos comandos de campaña; en lo personal tuve el placer de compartir, trabajar y aprender de una gran estratega en política 2.0 como es Carmen Beatriz Fernández, quien a través de su empresa DataStrategia es una reconocida y talentosa consultora de esta área, de ella adquirí muchos conocimientos debido a que es una ferviente promotora de la labor estratégica de las comunicaciones 2.0 dentro de las campañas electorales.
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Hoy se puede decir con mucha propiedad que quien no esté en las redes sociales no existe, y se puede afirmar que candidato que abandone el «frente» digital perderá un importante sector de la población electoral, el cual varía de acuerdo con el lugar, pero que cada día aumenta por doquier.
Por: José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano