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Esta frase es parte de una entrevista que le realizarán a la experta en Política 2.0, Carmen Beatriz Fernández. Esa simple línea encierra una verdad, un enigma y la experiencia de un sinnúmero de campañas electorales y de trabajos académicos e intelectuales sobre el tema.
La aseveración de Fernández es sencilla; algunos creen que por poseer una cuenta de Twitter o Facebook, por abrir una página web ya por arte de magia, como parte de un milagro, se convirtieron en un político activo en las redes sociales y aún más se ponderan como exitosos en este nuevo mundo de las comunicaciones digitales.
La directora de DataStrategia, a quien tengo el gusto de conocer y de aprender de ella mucho conocimientos sobre esta importante área, precisa que el objetivo de la Ciberpolítica se centra mucho en la horizontalidad del proceso comunicacional entre el candidato y sus seguidores-electores, y, por encima de esto, se basa en la búsqueda posterior de usos de las bases de datos.
“Dentro de la Ciberpolítica, el elemento que a mi juicio verdaderamente agrega valor es el de la construcción de las propias bases de datos de contactos y activismo a través de correo electrónico, SMS y redes sociales, y saberlas usar”, así lo expresa ella misma.
Hoy en día las comunicaciones a través de las redes sociales han revolucionado la forma de ver la comunicación política, cambiaron la manera de emplear estrategias y relacionarse con sus posibles electores. ¡Al cambiar, todo generó un enigma!
¿Cuál es el enigma? Sencillo: responder otra pregunta ¿cómo logro crear las condiciones para poseer impacto en un nuevo frente de batalla: El Internet?
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Muchos de los políticos poseen temor de exponerse ante sus electores. Muchos dirigentes lo hacen de forma desorganizada generando reacciones incontrolables, que pueden ser favorables o no, convirtiendo a la red social o a las redes sociales que utilizan en un constante polvorín cibernético.
Por ende la necesidad que posee los candidatos de asesorarse en esta área es imperiosa.
Algunos optan por no emplear estos nuevos métodos de comunicación, lo cual es la mejor decisión que pueden tomar para que su oponente le lleve la delantera en un sector de la población votante.
¿Quieres ganar?, seguro que sí. Por eso, porque quieres ser alcalde, gobernador, presidente o diputado, tienes que participar inteligente en las redes sociales y sacarle a éstas el “jugo”, es decir crear, administrar, analizar y fomentar bases de datos.
El mundo del Social Media aplicado a la política, y al mundo corporativo, no se fundamenta simplemente en suministrar información, como se hace a través de los medios tradicionales, sino por el contrario su objeto es constantemente bidireccional: transmitir y recibir información.
Conocer y saber emplear las tendencias en Twitter, saber de qué están hablando tus electores, vincularte segmentadamente con grupos de interés en la red, participar en la proliferación de contenidos en blogs, y muchas cosas más, son vitales para obtener una presencia realmente efectiva y eficiente en las redes sociales.
Carmen Beatriz Fernández (@carmenbeat), nos lo recalca en sus entrevistas y libros, de esta forma: “Si solamente usas las nuevas herramientas para difundir información, sin usar las redes en su capacidad de articulación política, estarás subutilizando las nuevas herramientas”.
Lo que significa que irremediablemente aunque participes en Twitter, Facebook, Instagram, u otra red, aunque tengas muchos seguidores o “Me Gustas”, aunque escribas y respondas a todos aquellos que te mencionan, no consolidarás tu presencia en el mundo del Social Media porque como todo en la vida, para hacerlo bien, necesitas objetivos claros, procedimientos precisos y técnicas profesionales.
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José Dionisio Solórzano / @jdsolorzano