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La creación de una nueva consola lleva un gran trabajo. Por un lado tenemos la elección de sus componentes internos, clave para determinar su potencia, ciclo de vida, precio y capacidad de competir en el mercado, por otro lado tenemos su diseño, un aspecto que adquiere una importancia mayor de lo que pensamos.
Prueba de ello la tenemos en la ingente cantidad de diseños de Xbox One rechazados que han salido a la luz. Estos prototipos pasaron del papel a la realidad e incluso fueron analizados en “ambientes tipo”, esto es, fueron probados en entornos que simulaban ambientes reales como, por ejemplo, salas de estar. La finalidad de esto era valorar de primera mano y con la mayor fidelidad posible cada uno de los diseños dentro de “la vida real”.
El equipo responsable de estos diseños estaba formado por 30 personas y su creatividad no se limitó a la consola, sino que también crearon unos 200 prototipos del mando de control de Xbox One. Según Carl Ledbetter, director creativo de Xbox, la gente podía sentir diferencias mínimas en el tamaño del pad de control.
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Salta a la vista que el equipo “se lo pasó en grande” diseñando el futuro cascarón de Xbox One, aunque también es evidente que a la hora de imaginarlo partían de una base mínima, donde primaban las formas angulosas y rectangulares.
Fuente: Muycomputer.com