El papa Benedicto XVI denunció este miércoles airadamente la cobertura del escándalo de filtraciones que sacudió a la Iglesia Católica, alegando que daba una imagen falsa de la Santa Sede.
En declaraciones al final de su audiencia semanal a los peregrinos en la plaza de San Pedro, el pontífice expresó su plena confianza en sus ayudantes más cercanos que se han visto afectados por el escándalo.
"Se han multiplicado las insinuaciones, amplificándose en algunos medios, siendo plenamente gratuitas y yendo bastante más allá de los hechos, ofreciendo una imagen de la Santa Sede que no se corresponde con la realidad", dijo el Papa sobre un caso que derivó en el arresto de su mayordomo por la filtración de documentos privados.
Añadió que los recientes hechos le habían causado "tristeza en el corazón".
Ante la peor crisis de su papado, Benedicto XVI habló el viernes de buscar consuelo en la fe por los sufrimientos que causan incluso las personas más cercanas a uno.
En su primera referencia a la crisis sobre la filtración de sus documentos privados, el pontífice dijo a los miles de peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro: "Nuestra vida y nuestra senda cristiana a menudo están marcadas por las dificultades, por la incomprensión y por los sufrimientos".
Añadió que todas las personas deben perseverar ante "los conflictos en las relaciones humanas, a menudo dentro de la propia familia de uno".
(Fuente: Agencia)