Procesos electorales van a filtro de 14 auditorías

Como parte de las actividades previstas en el cronograma oficial del Consejo Nacional Electoral para los venideros comicios, está establecida la realización de alrededor de 14 auditorías que contarán con la asistencia y participación de todos los partidos políticos que respaldan a las opciones presidenciales y los técnicos del organismo.

De acuerdo al CNE, la primera auditoría es al software de votación, que se lleva a cabo con la presencia de los representantes ante el CNE de las organizaciones políticas y donde se revisa el  código fuente, el cual garantiza que el programa informático con el que trabaja la máquina es el indicado y se certifica que suma, asigna, totaliza y transmite de manera correcta los resultados. “Esta certificación se hace a través de la asignación de un código numérico cifrado o hash, inmodificable e intransferible, que viene a ser la cédula de identidad de la máquina”. Para ofrecer mayores garantías, señala el informe, detrás de esa llave digital reposa el programa avalado por las organizaciones políticas, y así durante todas las auditorías en las que intervengan máquinas de votación se revisa que ese código no haya sufrido alguna modificación.

Luego se adelanta la auditoría de producción de las máquinas de votación, en esta se verifica que las máquinas de votación se estén produciendo con los códigos certificados en la fase anterior. Es decir, que cada máquina tenga la identidad correcta y las funciones que fueron aprobadas en la auditoria del software.

Antes de enviar las máquinas a cada centro de votación del país, las organizaciones con fines políticos adelantan la auditoría de pre-despacho en una muestra aleatoria del 1% de las máquinas. Las máquinas a auditar se escogen al azar y comienza la revisión con un simulacro de votación donde se comprueba que efectivamente están sumando y totalizando correctamente.

Para comprobar el ensamblaje de las máquinas se le presenta a las organizaciones con fines políticos la plataforma tecnológica y la estructura de las mismas durante la auditoría de infraestructura. Para ello, se desarma una máquina en presencia de los actores políticos, se observan sus componentes y se aseguran de que todos son necesarios para la elección y que no hay ningún elemento secundario que ejecute otras acciones no acordes al proceso electoral.

El resultado más importante de la auditoría al Sistema de Identificación Biométrica (SIB) es corroborar que no existe relación ni se genera un orden entre la captura de la huella dactilar y la secuencia de los votos, garantizando el mandato constitucional del secreto al sufragio y el principio de un voto por elector. En esta auditoría también se presenta a los representantes de los partidos los módulos que componen el sistema y se genera la firma electrónica de la aplicación. Posteriormente se realiza una auditoría de producción del SIB.

En la auditoría a la red de transmisión de datos, se revisan cada uno de los dispositivos de telecomunicaciones que intervienen en el proceso de transmisión de resultados y se garantiza que “la red que utiliza el CNE es exclusiva, está totalmente aislada de Internet y blindada contra intrusos. Como en todas las auditorias al sistema, contamos con la presencia y el aval de las organizaciones con fines políticos”.

Igualmente, se ejecuta la auditoría del sistema de totalización, en ella se evalúa el sistema de totalización, sus componentes, su código fuente y la firma electrónica de la aplicación. Luego de la elección, el CNE entrega a los partidos políticos el registro de las transmisiones de datos, hora y lapso durante el cual se conectaron las máquinas de votación al servidor de totalización nacional, para su revisión y auditoría.

Una de las auditorías más importante, es la de cierre. Aquí se verifica la precisión de la solución automatizada a través de la concordancia entre los votos registrados y escrutados por la máquina de votación y los comprobantes de votos contenidos en la caja de resguardo. Este proceso se desarrolla tras el cierre del acto de votación, impreso el acta de escrutinio, transmitido los datos e impreso las copias previstas. A través de un sorteo se seleccionan las máquinas que participarán de acuerdo al 54,4% previsto por el CNE. Este es un acto público que no tiene más limitaciones que las derivadas de la capacidad física del lugar donde funcione el centro de votación y la seguridad del acto electoral. Los testigos de las organizaciones políticas presencian y firman la constancia de auditoría. 

En la auditoría de las memorias se hace un respaldo de los datos para el caso de una eventual revisión de resultados con cualquier fin electoral y, luego, las memorias de las máquinas son blanqueadas para que no exista la posibilidad de relacionar a los votantes con el resultado manteniendo el secreto del voto.

La Auditoría posterior, muy relacionada con la de cierre, sirve para verificar las cajas auditadas realizando de nuevo el conteo y registro de los comprobantes de votación. Esos resultados se comparan con los del sistema de totalización y es certificado por las organizaciones políticas.

Para los procesos electorales que requieran múltiple elección de cargo, las boletas electrónicas también se someten a auditoría. A través de un simulacro de votación el día de la auditoría, los representantes políticos comprueban que el sistema táctil funciona correctamente y los votos son atribuidos al candidato del óvalo seleccionado.

Aunque no pertenecen al sistema automatizado, los cuadernos de votación son revisados por las organizaciones políticas, corroborando que la data de votantes que contienen se corresponde con la que el Registro Electoral prevé para esa mesa de votación.

Finalmente, como refuerzo al sistema de autenticación del votante, una vez que un ciudadano emite su voto, su dedo meñique es manchado con un pigmento que se adhiere a la piel y no puede ser retirado por ningún producto. La tinta indeleble es auditada, siguiendo el mismo procedimiento que se lleva a cabo el día de la elección. Los representantes de los partidos participan en esta actividad entintando sus dedos y probando a disolverlo en distintas sustancias solubles para verificar la fiabilidad de la tinta.

 

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