Ricardo Hausmann, profesor venezolano en Harvard responde a Maduro sus "acusaciones" - Lea Noticias

Ricardo Hausmann, profesor venezolano en Harvard responde a Maduro sus «acusaciones»

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió iniciar acciones legales contra un ex ministro venezolano y profesor de Harvard, quien escribió un artículo que generó escozor en el gobierno socialista y contribuyó a una caída en los precios de los bonos soberanos del país esta semana.

RICARDO HAUSMANN

Ricardo Hausmann, ministro de Planificación en la década de 1990, escribió que Venezuela estaba en mora con varios sectores de la economía y que había «incumplido» a su gente.

«¿Hará default Venezuela?», se preguntó en un artículo de opinión escrito conjuntamente con el también venezolano Miguel Ángel Santos, un investigador de Harvard.

Aunado al pesimismo de Wall Street por la falta de reformas favorables al mercado, los precios de los bonos venezolanos retrocedieron en los últimos días, aunque el jueves se recuperaron luego que Maduro dijera que la nación pagaría cada dólar que debe.

Y, en un discurso la noche del jueves, Maduro acusó a Hausmann en televisión de ser el portavoz de una conspiración internacional contra su Gobierno. No hizo referencia a Santos.

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«He ordenado a la Procuraduría, y le he hablado a la fiscal para que iniciemos acciones porque usted (Hausmann) está metido en una campaña para hacerle daño a nuestra patria», dijo Maduro.

«Tenemos las pruebas en sus declaraciones y artículos (…) Usted es el asesor principal, Ricardo Hausmann, de todos estos grupos que le quieren hacer daño económico (al país)», agregó.

Contactado telefónicamente por Reuters, Hausmann rechazó las acusaciones del sucesor del fallecido Hugo Chávez y aseguró que sólo exponen la falta de independencia del poder judicial y el deseo de encontrar chivos expiatorios al desastre económico venezolano.

Nadie más que él mismo está destruyendo la economía de Venezuela», dijo a Reuters el ex economista en jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

«No tengo intereses financieros en este juego, no hay relaciones con ningún grupo de negocios. Sólo escribo mis artículos. Si (Maduro) dice que tiene pruebas y las pruebas son mis artículos de opinión, ¿no garantiza la Constitución de Venezuela la libertad de expresión?», se preguntó retóricamente.

maduro

Maduro, quien ganó por estrecho margen las elecciones para reemplazar a Chávez el año pasado, culpa a sus enemigos capitalistas de desatar una «guerra económica» contra Venezuela.

Sus críticos, sin embargo, sostienen que la crisis del mayor exportador de crudo de Sudamérica son las políticas socialistas fallidas, como el estricto control cambiario y su animadversión al sector privado, que han desencadenado una elevada inflación, desaceleración económica y la escasez generalizada.

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(Reporte de Andrew Cawthorne; Escrito por Diego Oré; Editado por Silene Ramírez)

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Que dijo Hausmann que irrito tanto al Presidente de Venezuela? …Esto:

Hará default Venezuela?

CAMBRIDGE – ¿Hará default Venezuela? Los mercados temen que sí. Por esa razón, los bonos de la deuda externa venezolana rinden 11 puntos porcentuales más que los del Tesoro estadounidense, 12 veces más que los de México, 4 veces más que Nigeria y el doble de lo que paga Bolivia. En mayo pasado, Venezuela hizo una emisión “privada” por US$ 5.000 millones en bonos a 10 años con cupones del 6%. Para poder colocarla, tuvo que dar un descuento del 40% por lo que apenas recibió US$ 3.000 millones. La diferencia, US$2.000 millones, es la compensación que demandan los inversionistas por tomar el riesgo del país.

Se aproximan los primeros días de Octubre, en donde el Gobierno de Venezuela debe afrontar US$5.200 millones en pagos de servicio de deuda. ¿Pagará? ¿Tiene suficientes fondos líquidos? ¿Reunirá los fondos mediante una venta apresurada de CITGO, filial de PDVSA, la empresa petrolera estatal de Venezuela?

Es una buena pregunta. Otra pregunta diferente es si Venezuela debería pagar. Es cierto, qué deberían hacer los gobiernos no está totalmente divorciado de qué es lo que efectivamente harán, pues en general la gente hace lo que debe. Pero las preguntas que involucran “debe hacer” traen consigo juicios morales que no están presentes en las preguntas que involucran «hará”, y por eso suelen ser mucho más complejas.

Uno podría decir que siempre que se pueda cumplir con las obligaciones asumidas, eso es lo que se debería hacer. Es lo que la mayoría de los padres enseñan a sus hijos.

Pero el cálculo moral se complica cuando es imposible cumplir con todos los compromisos y se hace necesario decidir cuáles cumplir y cuáles no. Hasta ahora, bajo el ex Presidente Hugo Chávez y su sucesor, Nicolás Maduro, Venezuela ha optado por pagar religiosamente sus bonos de deuda externa, gran parte de los cuales están en manos de venezolanos ricos y bien relacionados.

Yordano, el popular cantante venezolano, probablemente tendría un orden de prioridades diferente. Diagnosticado con cáncer hace algunos meses, debió lanzar una campaña en las redes sociales para poder conseguir las medicinas necesarias para su tratamiento. La gran escasez de medicamentos y material quirúrgico en Venezuela es una consecuencia directa de un default de US$3.500 millones del gobierno con importadores de farmacéuticos.

Algo similar ocurre en el resto de la economía. Los retrasos con importadoras de alimentos alcanzan ya US$4.200 millones, lo que ha producido una grave escasez en productos de la canasta básica. En el sector automotriz, el incumplimiento supera los US$3.000 millones, lo que ha resultado en el colapso del transporte por falta de repuestos. A las aerolíneas se les deben otros US$3.700 millones, lo que ha llevado a varias a suspender sus vuelos  y redujo la oferta de cupos en 50%.

En Venezuela, los importadores deben esperar seis meses luego de que sus productos pasan por la aduana para poder adquirir dólares previamente autorizados. Dado que el gobierno ha optado por incumplir estas obligaciones, muchos importadores han venido acumulando una abundante cantidad de moneda local. Durante un tiempo, la falta de acceso a divisas fue compensada con préstamos  de proveedores extranjeros y casas matrices, pero las deudas acumuladas y las pérdidas debido a las sucesivas devaluaciones han acabado con su paciencia y cerrado el crédito.

La lista de defaults es interminable. Venezuela está también en mora con los proveedores, contratistas y socios en joint-ventures de PDVSA, con lo cual las exportaciones de petróleo han caído 45% en relación con 1997, y su producción apenas roza la mitad de lo que el plan de 2005 había previsto para 2012.

Más aún, el Banco Central de Venezuela también ha incumplido con su obligación de mantener estabilidad de precios, habiendo casi cuadruplicado el dinero en circulación en 24 meses, lo que ha hecho que el bolívar pierda el 90% de su valor en el mercado negro y que la tasa de inflación sea la más alta del mundo. Para colmo de males, el Banco Central también ha incumplido con su obligación de publicar la inflación y otras estadísticas esenciales.

Venezuela funciona con cuatro tipos de cambio, donde el más fuerte está 13 veces por encima del más débil. Así las cosas, no ha de sorprender que el arbitraje cambiario sea el negocio más rentable en el país, lo que ha impulsado la corrupción venezolana a las posiciones más altas del ranking mundial.

Todo este caos es consecuencia de un déficit fiscal colosal que ha sido cubierto a través de creación de dinero, represión financiera, endeudamiento y defaults – aún a pesar de la bonanza petrolera que se deriva de un precio del barril de US$ 100. El gobierno de Nicolás Maduro, en lugar de atacar las causas del problema, ha decidido complementar los controles cambiarios y de precios con el cierre de las fronteras y la colocación de lectores de huellas dactilares de los compradores, supuestamente para evitar el «acaparamiento». Esto constituye una violación a las libertades más básicas de los venezolanos que no se observa en Bolivia, Ecuador y Nicaragua; tres países que presumen de una ideología similar pero mantienen un único tipo de cambio y una tasa de inflación de un dígito.

¿Debería Venezuela hacer default? Si las autoridades adoptaran políticas con sentido común y buscaran el apoyo del Fondo Monetario Internacional y otros prestamistas multilaterales, como lo suele hacer la mayoría de países en problemas, se le aconsejaría renegociar la deuda externa. De esa forma, el peso del ajuste se compartiría con otros acreedores, como ya ha ocurrido en Grecia, y la economía ganaría tiempo para recuperarse, particularmente en la medida que empiecen a madurar nuevas inversiones en las reservas petroleras más grandes del mundo. Los tenedores de bonos harían bien reemplazando sus papeles actuales por instrumentos de más largo plazo que se beneficiarían de la recuperación económica.

Nada de esto va a suceder bajo el mandato de Maduro, quien carece de la capacidad, capital político y voluntad para moverse en esa dirección. Pero el hecho de que su gobierno haya decidido incumplirle a los 30 millones de venezolanos para pagarle religiosamente a Wall Street no debe ser interpretado como una señal de rectitud moral. Es más bien una muestra de su decadencia moral.

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Fuente [Reporteconfidencial.info]

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