"Patenta que algo queda" parece ser la filosofía imperante en la industria de la electrónica de consumo. Si hace apenas unas semanas RIM jugaba con la idea de un cargador de pila de combustible capaz de alimentar teléfonos móviles con sorbitos de alcohol, ahora los de Waterloo han solicitado la patente de un nuevo tipo de cargador flexible pensado para ser integrado en fundas de cinturón. Aunque esa no sería su única innovación, dado que además las fundas contarían con un pequeño altavoz para evitar que perdieras las llamadas al quedar amortiguado el sonido del timbre. No sabemos si algún día llegaremos a ver un producto de este tipo, pero conociendo el apetito de RIM por los accesorios oficiales (y el pellizco que se saca con ellos) se nos ocurren cosas mucho más improbables.