En casi todas las articulaciones de nuestro cuerpo hay un recubrimiento ligamentoso en forma de cápsula que envuelve la línea articular y tiene dos funciones básicas:
Cápsula articular
Proteger las articulaciones y mejorar el soporte ligamentoso.
Albergar en su interior líquido sinovial, que nutre y mantiene el cartílago y las demás estructuras que hay en el interior de la articulación.
Este líquido sinovial se desliza cuando movemos los huesos, y contiene aire en su interior. Este aire no puede escapar de la cápsula articular, y si las burbujas quedan atrapadas en la articulación, al hacer fuerza escapan súbitamente a gran velocidad provocando el sonido característico del crujido.
¿Es malo?
No se han publicado estudios científicos sobre este fenómeno, sin embargo, fueron los creadores de la osteopatía, entre ellos A. T. Still los que describieron por primera vez este fenómeno, sentando la teoría de las burbujas de aire intraarticulares.
En osteopatía el «crujido» es un signo de que la técnica (siempre que sea manipulativa) se ha hecho correctamente ya que ha conseguido el objetivo de la manipulación, que es modificar la malposición de un hueso que provocaba dolor.
[Fuente: fisioterapiareal.com]