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Como si estuvieran escenificando una paradójica y absurda pieza teatral de avant-garde, una mujer y la policía de Eldgjá, en el sur de Islandia, protagonizaron una intensa búsqueda de una turista perdida sin saber, ni el cuerpo policiaco ni la mujer, que era ella a quien todos buscaban.
Los hechos ocurrieron el sábado pasado, cuando la policía de la mencionada localidad islandesa recibió el reporte de extravío de una mujer “asiática, de casi 160 cm de estatura, con ropas oscuras y buen inglés”. La búsqueda comenzó de inmediato y continuó durante todo el fin de semana, sin ningún indicio que pronosticara su éxito.
Sin embargo, la mañana de ayer el episodio concluyó con sorpresa para todos, pues la “extraviada” fue la misma persona que solucionó su hallazgo, pues aunque en cierto momento tomó parte en la investigación sin darse cuenta de que era ella a quien buscaban las autoridades, más tarde recapacitó y pensó que las señas físicas se ajustaban a ella misma salvo por un detalle —el mismo que suscitó el malentendido.
La explicación, al parecer, es que si bien al principio se dijo que la mujer había subido a un autobús de Eldgjá pero nunca había descendido, nadie aclaró antes que en el ínterin hubo un cambio de ropa que despistó a todos.
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