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El desayuno es clave para una buena alimentación. Se trata de la primera comida del día y aquella que brindará la mayor carga de energía luego de varias horas de sueño. Según comenta la nutricionista Ángela Muñoz, saltarse esta comida es uno de los errores más comunes que cometen las personas.
Alguien que no toma desayuno o no le dedica el tiempo necesario a esta actividad no empieza su día al 100%. Su rendimiento físico e intelectual se ve mermado y esto conlleva a cambios hormonales que afectan nuestra conducta, ánimos y actitud.
En declaraciones a elcomercio.pe, Muñoz resalta que un desayuno equilibrado debiera proporcionarnos un 25% de las calorías totales necesarias del día. Si la dieta es de 1.500 calorías diarias, se debería consumir 375 por las mañanas.
El secreto radica en saber combinar los alimentos. Por ejemplo, los lácteos o sus derivados “son la principal fuente de calcio. Su consumo evita futuros problemas óseos”. La gama de combinaciones es amplia: con café, chocolate, cocoa, kiwicha, vainilla, licuada con frutas, etc. Si se sufre de intolerancia a la lactosa, ahora es muy fácil conseguir leche deslactosada o de soya.
Es necesario que se acompañe esto de alimentos sólidos. Pan francés o integral, tostadas, entre otros. “Nos entregan hidratos de carbono, energía esencial para empezar el día. Es importante preferirlos integrales, se absorben más lentamente y mantienen la sensación de saciedad por más tiempo”.
¿Qué agregarle? Existen muchos productos. Margarina, mermelada, queso, huevo, jamón o algún embutido. Si se está a dieta debe evitar el abuso de calorías y grasas. Como se sabe cada persona debe visitar a su nutricionista para recibir una dieta especial.
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Si se quiere algo más ligero, pero que brinde la energía que se necesita para arrancar el día, las frutas y los cereales bajos en calorías son una buena opción. Puede comer una ensalada de frutas con yogur y algún cereal o simplemente comer una naranja o una manzana. Todo depende de cuánto tiempo disponga en las mañanas.