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El presidente de Sony, Shuhei Yoshida, ha sido rotundo respecto a la posibilidad que se comentó en su momento sobre la obligatoriedad de jugar conectado a Internet de forma permanente en PlayStation 4. El directivo ha asegurado que su compañía nunca consideró esta opción dado que en muchos países la banda ancha no es de suficiente calidad.
A vueltas con la conexión permanente en la Next Gen. Uno de los rumores más comentados en los últimos meses acerca de las novedades que incluirían las próximas PS4 y Xbox 720 ha girado en torno a esta posibilidad. En cuando se conocieron estas hipotéticas medidas que buscarían contrarrestar tanto la llamada “piratería” como los juegos de segunda mano, la polémica estalló con múltiples críticas tanto hacia Sony como a Microsoft.
La firma nipona fue la primera en presentar su consola en el mes de febrero. Aunque se dejó en el tintero aspectos clave de la misma como la imagen de la propia consola o cuál será su precio de lanzamiento, la compañía sí confirmó que no sería obligatorio estar conectado a Internet para usar la consola. Se rompía así con toda la sarta de rumores que habían surgido en meses sobre esta controvertida medida.
Meses más tarde Shuhei Yoshida ha explicado el porqué de una decisión que realmente nunca se planteó por parte de la dirección del gigante japonés. “¿Si lo consideramos? No, no lo hicimos”, respodió con rotundidad a GameInformer. “La principal razón fue que muchos países no tienen conexiones a Internet suficientemente potentes. Esta opción solo tiene sentido para usuarios que tienen conexiones a Internet para jugar online”, explicó a la par que insistió en que sería innecesario aplicar la medida en juegos offline.
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Sus declaraciones llegan después de conocer que en un correo interno Microsoft dejó entrever que tampoco aplicará la conexión permanente. Todo apuntaba a que así sucedería, pero parece que finalmente dejarán en mano de los desarrolladores esta posibilidad, como sucede en plataformas como el PC, en la que algunos juegos sí obligan a jugar conectados incluso en el modo offline.
No obstante, los errores de este tipo de juegos que se han dado en casos como Diablo 3 o más recientemente SimCity demuestran cómo puede ser un arma de doble filo que puede ensuciar la imagen de las compañías que apuesten por ella. Sony parece que lo tuvo claro desde un primer momento. Veremos si Microsoft sigue sus pasos.