En 2007, Garrett McNamara decidió que iba a consagrar su vida a conseguir cabalgar la ola más grande que nadie hubiera conseguido soportar subido en una tabla de surf. Hace unos meses aterrizó en Portugal. No sabía que por fin lo iba a conseguir.
Fue en Praia do Norte, en Nazaré, y McNamara logró batir la anterior marca, obra de una leyenda del surf llamada Mike Parsons hace tres años. Su ola tenía cuatro metros menos.
Y es que la ola de McNamara, la más alta nunca cabalgada, tiene 27 metros, la altura aproximada de un edificio de nueve plantas. Estas imágenes ya son historia del deporte… y de la lucha por dominar la naturaleza.