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Cuando un niño muestra falta de atención, hiperactividad e impulsividad, es muy posible que estemos ante un Trastorno de déficit de atención con o sin Hiperactividad (TDA-H). Casi todos hemos podido mostrar a veces este tipo de conducta, pero solo estamos ante este trastorno si los síntomas persisten más de 6 meses.
El TDA-H es un trastorno que afecta entre un 3 y un 6% de los niños en edad escolar por lo que es habitual que se pueda encontrarse por lo menos un niño en cada aula de 25 alumnos.
Ahora es más fácil detectarlo, y con precisión, con un test de realidad virtual (AULA) como el que se muestra en el IV Congreso Nacional de TDA-H, que se celebra en San Sebastián. Los padres que se acerquen al congreso podrán acceder a una demostración del test de forma gratuita.
El sistema AULA ha sido desarrollado por la empresa Nesplora en colaboración con el Grupo de Neuropediatría de la Clínica Universidad de Navarra y analiza el comportamiento del niño dentro de una clase escolar virtual, gracias a unas gafas 3D y un sensor de movimiento.
Según han explicado los responsables del sistema, "el niño percibe la prueba como un juego, en el que hay que realizar una tarea mientras se presentan diferentes distractores típicos de un aula escolar".
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Trastorno de base neurobiológica
A través de su actuación, se evalúan los factores que determinan la existencia de TDA-H como atención sostenida, atención dividida auditiva y visual, impulsividad, hiperactividad, tendencia a la distracción y velocidad de procesamiento.
La profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Facultad de Psicología de la UNED, Isabel Orjales, ha detallado que, aunque el TDA-H "es un trastorno de base neurobiológica y la investigación está muy avanzada, hoy por hoy no existe ninguna prueba neurológica, genética ni test psicológico que, por sí mismo, pueda detectar y diagnosticarlo".
De hecho, explica la doctora, el diagnóstico de este trastorno "suele demorarse meses o años".
Según Orjales, "los niños que presenta este trastorno muestra mayor inmadurez en las funciones asociadas al lóbulo frontal, muestra mayor fatiga en tareas que requieren atención sostenida, tienen más dificultades que los niños de su edad para regular su atención y para resistir la distracción ante estímulos irrelevantes".