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Los investigadores de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, analizaron los datos de tres grandes estudios sobre el tema: uno británico realizado entre 1.339 niños cuyas madres participaron en el British Household Panel Survey entre los años 1991 y 2005. También examinaron la información obtenida del Millenium Cohort Study, en el cual tomaron parte17.483 mujeres que dieron a luz entre 2000 y 2001, y la de 12.166 madres participantes entre 1970 y 1995 en el National Survey of Family Growth de EE.UU.
Resultó que seguir trabajando durante las últimas etapas de gestación es igual que fumar durante el embarazo. Los bebes, cuyas madres trabajaban o fumaban se desarrollaron con lentitud en el útero y tuvieron 250 gramos de peso menos de lo normal. Además, algunos de ellos tenían una salud pobre y mostraron un retardo el desarrollo durante la niñez y adolescencia.
En su estudio, los especialistas indican que mayormente esos problemas conectados con el trabajo durante los últimos meses de gestación se dan madres mayores de 24 años.
Marco Francesconi , uno de los impulsores del estudio, señala que el Gobierno debe hacer que los empleadores establezcan condiciones de trabajo más flexibles para las futuras madres, para que las mujeres puedan descansar antes de dar a luz y dedicar más tiempo a su salud y a la de su bebé.
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