Dicen que esto lo escribió Brad Pitt, no lo sabemos, pero igual nos pareció una reflexión muy buena y positiva para las relaciones de pareja y que debe ser tomada en cuenta por muchos hombres:
Mi esposa se enfermó. Ella estaba constantemente nerviosa, debido a problemas en el trabajo, la vida personal, sus fracasos y nuestros hijos.
Perdió más de 15 kilos y llego a pesar apenas 45. Se puso muy delgada y estaba constantemente llorando, en ese momento, no era una mujer feliz.
Sufría de dolores de cabeza constantes, dolor en el corazón y los nervios entumecidos en la espalda y las costillas, se le hacía muy difícil dormir, apenas lo lograba ya casi cuando iba a amanecer y por algunos minutos nada más por lo que se cansaba muy rápidamente durante el día.
Nuestra relación estaba al borde de una ruptura, su belleza se escaba de su rostro a algún lugar desconocido, tenía bolsas bajo los ojos, estaba perdiendo la cabeza y dejó de cuidar de sí misma.
Descartó rodar películas y rechazó los papeles que le ofrecían, llegado ese punto perdí las esperanzas y estaba seguro que nos divorciaríamos pronto.
Pero entonces tomé la decisión de hacer algo al respecto.
Después de todo, tengo a mi lado la mujer más bella del mundo. Es el ídolo de más de la mitad de los hombres y mujeres de la tierra, y yo era el único que podía dormir a su lado y abrazarla.
Empecé a bañarla con flores, besos y halagos. La sorprendí y le complací a cada minuto. Le di un montón de regalos y viví sólo para ella. Hablé en público sólo de ella, unifiqué todos los temas en su dirección. Le alabé en privado y frente a nuestros amigos en común.
No lo van a creer, pero comencé a ver el cambio, se venía mejor, estaba ganando peso, poco a poco sus estados de nervios fueron desapareciendo, dormía plácidamente en las noches y sobretodo, me amaba más que nunca, yo no tenía idea de que ella fuera capaz de amar de esa manera.
Y ahí me di cuenta de algo, la mujer es el reflejo del hombre.
Si la amas hasta el punto de la locura, ella se convertirá en eso mismo.