Talibanes y soldados afganos han hecho de una marca de helados un producto de referencia incluso en las zonas más remotas del país.
El fundador de Helados Herat se muestra orgulloso de la aceptación de su producto en un país sumido en una profunda crisis bélica.
La compañía está valorada hoy en unos 12 millones de dólares.
La clave del éxito de sus ventas, dicen, es el uso de la banda sonora de ‘Titanic’, ‘My heart will go on’, para acompañar a los carritos de helados y avisar así de su presencia.