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Los recientes cambios en el gabinete que encabeza el Presidente Nicolás Maduro están arrojando reacciones encontradas, por una parte el primer mandatario manifiesta que los reemplazos obedecen a una dinámica de rutina, pero por la otra el ex-Ministro Giordani lo imputa a las rectificaciones que él exigía a lo interno y nunca lo hicieron por lo que hoy el país entero sufre las graves consecuencias de las desacertadas decisiones de un gobierno “sin liderazgo” y con un gran vacío de poder luego de la desaparición física de Hugo Chávez.
Es vergonzoso que en estos últimos 15 años cada vez que remueven a un alto funcionario cargo sale echando sapos y culebras del nido de corrupción en el que se encontraba inmerso, cuando los botan se muestran en contra de las patrañas, del abuso de poder y sobre todo se convierten en defensores de la cosa pública, pero siempre lo hacen a destiempo, su complicidad en todo lo que denuncian es evidente y el caso del señor Giordani es muy similar a todos esos cobardes como Aponte Aponte, Velásquez Alvaray, Rafael Isea, el mismo Didalco Bolívar, entre tantos otros que después que manejaron la justicia y el poder a favor de grupetes políticos en perjuicio de un pueblo, tratan de lavarse la cara vendiendo su alma a quien sea, siendo esto soga para su garganta, y lo peor es que nunca falta un pendejo en nuestra oposición que salga a demostrar su “corazón partio” y avalar las declaraciones de uno de los mayores males gubernamentales que ha pasado por Venezuela, como lo es el hoy depuesto Giordani.
Venezuela subsiste en medio del fraude continuado, el FONDEM, el Fondo Chino, el convenio Cuba-Venezuela, el financiamiento a ilusiones dictatoriales en el mundo entero, el CADIVISMO, los pésimos negocios, el desabastecimiento, la falta de inversión en nuestros productores y la economía de puertos, no es de exclusiva de este gobierno heredado por Maduro, este desastre es imputable a todos los que conformaron el gabinete económico desde 1999 hasta el día de hoy y allí todo el tiempo estuvo Giordani, por eso hoy se convierte en un personaje “tristemente célebre” que como dice el refrán: “tarde piaste pajarito”, asuma su barranco y entréguese a la justicia para que lo vayan juzgando como lo que es, “un alcahuete arrepentido”.
Lo único que no miente es la historia y por más que traten de acomodarla los resultados están a la vista, la paridera para conseguir los alimentos, las interminables colas pa´ toda vaina, un sistema de salud por el suelo, la inseguridad adornada por más de 50 muertos todos los días a manos del hampa son el resultado de malas políticas económicas y sociales de los últimos años, y sin tratar de exculpar a los gobierno anteriores al de Chávez, hay que reconocer que el precio del petróleo se ha mantenido en más de 100$ (dólares) por barril por los últimos 10 años y si eso lo multiplicamos por dos millones y medio (2.500.000) de barriles de producción diaria, échenle bolas y saquen cuentas, si el actual régimen integrado entre otros, por este señor quien hoy trata de hacerse una cirugía plástica facial, tiene o no tiene responsabilidad directa y precisa del desastre que hoy vivimos; es sencillamente imposible que escurra el bulto, además nada de lo que dijo es nuevo, esas denuncias de malversación, derroches descarados de los dineros públicos y otros desmanes en el ejercicio del poder público, han sido denunciados por Diputados serios como: Julio Montoya, Julio Borges, Elías mata, Marcos Figueroa o la valiente Dinorah Figuera, entre otros. Decir que Giordani no es co-responsable del desastre económico de Venezuela, es como indultar a Joseph Goebbels del genocidio de Hitler; o como librar de culpa a Pedro Estrada en la dictadura de Pérez Jiménez, no hay forma de separarlo, recuerden que Giordani es el ala dogmática que Chávez prefería y a mi modo de ver las cosas le pidieron el favor de sacrificarse a cambio de algo, así como fingió Arias Cárdenas llamando a Chávez: “gallina”; o el entierro de Tascón con su lista criminal.
Por Emilio Guzmán Rojas