Una madre de 18 años con un bebé de 3 meses mató a un intruso dentro de su hogar al preguntar a la operadora del 911 en Oklahoma si podía disparar al individuo.
El 31 de diciembre Sarah McKinley, madre soltera, observó cómo dos individuos armados con cuchillos trataban de entrar a su hogar. McKinley se armó de una escopeta calibre 12 y una pistola, le dio el biberón a su hijo y llamo por teléfono al 911. La madre de 18 años le preguntó a la operadora en turno si podía disparar al intruso si este conseguía entrar a su casa, a lo que la operadora contestó: “no te puedo decir lo que tienes que hacer, pero haz lo que tengas que hacer para cuidar a tu bebé”. En el momento en que el intruso logró ingresar a la casa de McKinley con un cuchillo en la mano, amenazándola, ella disparó y lo mató en el acto. Al escuchar el disparo el segundo hombre se echó a correr, pero más tarde se rindió ante la policía.
La policía declaró que Sarah McKinley actuó en legítima defensa.